OPINION

MasterChef Junior: los niños trasnochan con la tele

niños masterchef
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Con la Navidad y tras el éxito de MasterChef Celebrity, TVE ha estrenado una nueva edición de MasterChef Junior, la cuarta ya. Los más pequeños cocinillas del territorio nacional compiten en los famosos fogones del talent show culinario como si fueran curtidos adultos. De hecho, repiten frases que escuchan a sus padres. Los niños conocen al dedillo el programa y repiten las consignas que han aprendido de los mayores que han participado en otras ediciones del show. No están jugando como niños, están reproduciendo roles de profesionales.

Y MasterChef Junior en su regreso, este martes, ha arrancado su primera prueba justo cuando las agujas del reloj se acercaban a las 11 de la noche. El show está grabado, pero ¿debe una cadena pública retrasar tanto el comienzo de un espacio de estas características para que suba el dato de cuota de pantalla? Más aún al tratarse de un formato protagonizado por niños.

Lejos quedan las consignas que lanzaba el Gobierno de fomentar la conciliación laboral e intentar que La 1 no retrasara tanto el comienzo de su prime time, ahora vuelve a imperar la guerra de la cuota de pantalla -aunque TVE no tenga publicidad-.

Televisión Española también sigue el truco que ejecutan todas las grandes cadenas privadas, estirando sus programas para que abarquen franjas más trasnochadas en las que existe menor competencia en otros canales y, así, el exitoso programa de turno se queda con más porción de audiencia noctámbula. Como consecuencia, MasterChef Junior, como la versión adulta adulto, termina a las tantas. A la una y cuarto este martes.

¿Y qué pasa con el público infantil? El público infantil es lo de menos. Porque, en realidad, MasterChef Junior no es un programa pensado para niños. Al contrario, es un show con niños como protagonistas con el objetivo de emocionar y sorprender a una audiencia masiva adulta, que se queda anonadada con las habilidades entre fogones de estos críos prodigios y que ya ha asumido que en España hay que pernoctar en el sofá para ver el final de tu programa favorito.

Porque la televisión de hoy ya prácticamente no hace programas para niños, la televisión de hoy ha convertido a los niños en protagonistas del espectáculo de prime time. Son juzgados como si fueran profesionales e incluso participan en sutiles acciones publicitarias durante la emisión. Y si se tercia hasta cantan lereles a la 1 de la mañana -ha sucedido esta noche-, que eso siempre es un plus para empujar un poquito más a la audiencia a esas trasnochadas horas. Encima de cocinar bien, el niño tiene arte de folclórico. Olé. Después de Masterchef podrá ir al casting de La Voz.

Al menos, eso sí, con MasterChef aprendemos todos de cocina. Ellos, los niños, y sus papás, pues es un programa con un valioso trasfondo cultural y social. Porque el entretenimiento, además de evadir, es una poderosa vía para divulgar. Pero que nadie se engañe, MasterChef Junior no es un programa para niños. Es un juego para entretener a los mayores de la casa.

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@borjateran

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