OPINION

Los motivos por los que tampoco ganaremos este año Eurovisión

maika eurovision
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Ya son oficiales los seis temas que compiten para representar a España en Eurovisión 2017. Maika (en la foto), Manel Navarro, Mario Jefferson, Mirela y Paula Rojo –elegidos por la cadena– y Leklein -ganadora del proceso web del #Eurocasting- son los intérpretes que se disputan la candidatura de RTVE en el concurso de las televisiones públicas europeas.

Sin embargo, los temas que compiten por acudir al eurofestival mal representan a España en un acontecimiento de estas dimensiones. Da la sensación de que nadie con un producto de calidad y con una definición rotunda de personalidad quiere comprometerse a ir a Eurovisión.

Al contrario, sólo concurren a la gran final española propuestas regulonas que no casan con la esencia de Eurovisión: un espectáculo televisivo global, en donde ganan las candidaturas que contagian una mirada consciente de su tiempo. O, al menos, con apabullante carisma.

Pero, claro, las galas de selección de los anteriores años, en las que faltó calidad sonora y escénica -tal vez estos programas especiales sólo fueron un trámite hecho para minorías-, han provocado que los grandes talentos con posibilidades reales en el eurofestival prefieran alejarse de la marca española de Eurovisión. No lo ven como una oportunidad de promoción, lo observan como un obstáculo en su carrera.

Tampoco ayuda todo lo que rodea el festival. España es uno de los países con un fenómeno eurofan de mayor intensidad, pero también esta pasión mal digerida puede desvirtuar el ADN del eurofestival. Un festival que no sólo es de divas "gritonas" -que pueden gustar a un target limitado de sólo fans del concurso-, Eurovisión es un talent show global.

Y el futuro para que España triunfe en Eurovisión está en que, como sucede en otros países, el festival también se sienta en nuestro país como esa gigante plataforma que promociona carreras musicales de largo recorrido. Una cantera de artistas con un producto musical contundente que cuenta con la intención de quedarse en el imaginario colectivo no sólo de los españoles, también de cientos de millones de espectadores de todo tipo de edad y condición a los que atrapa Eurovisión.

Porque Eurovisión debe ser un reflejo del ímpetu de la modernidad de nuestra cultura. Lo fue en su momento. Pero ahora no lo es. Y por eso mismo España tampoco ganará en este 2017 Eurovisión. No es cuestión de los votos políticos entre países, es porque la preselección se queda en un remix de canciones que, en su mayoría, imitan a otras canciones. Temas aptos para una exitosa gala de variedades de 2001 pero que, al mismo tiempo, no proyectan el futuro de la industria musical española que se está cociendo en este 2017. Esa música que marcará nuestra vida no está en las canciones que compiten por representar a España en este Eurovisión. Habrá que esperar. Otra vez.

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@borjateran

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