Ahí está Emmanuel Macron a punto de dar su primer discurso tras ganar las presidenciales de Francia. Y el espectador ha podido ver los preparativos de la comparecencia: la forma en la que era maquillado, la manera en la que los asesores marcaban su guion, las instrucciones para mirar a la cámara correcta...
Una señal, en directo, que se ha visto por televisiones de todo el mundo. En España, a través de El Objetivo de La Sexta. Impensable hace solo unos años que los políticos permitieran grabar la trastienda de la preparación de sus discursos, en plenos prolegómenos que, retratados, pueden evidenciar fragilidades e inseguridades. La antítesis del cometido del marketing de la política, que calcula planes para que los líderes se vean siempre impolutos y perfectos por parte del ojo del espectador.
Sin embargo, las necesidades de la televisión de hoy van más rápido que cualquier asesor del político de turno. Las cadenas emiten las noches electorales en directo, con la evolución del escrutinio sobreimpresionado en pantalla como si fuera una final de un partido de Champions. La actual tecnología ayuda en este camino, con una flexibilidad mayor a la hora de realizar conexiones imposibles hasta casi convertir en un reality las veladas electorales. Es lo que ha sucedido esta noche con "la vida en directo" de Macron en el antes y el después de su primer discurso.
De hecho, las cadenas han retransmitido casi el minuto a minuto de los pasos que ha dado ganador de las Presidenciales. Hasta con cámaras móviles que han seguido su coche oficial por las calles de París con destino a la fiesta de celebración junto a la emblemática pirámide del Louvre.
El espectador ya no sólo se conforma con el análisis político, también quiere ver lo que está pasando en tiempo real, donde no es tan importante la calidad de la grabación como la rapidez de reflejos de la señal.
En Francia llevan años siendo unos maestros a la hora de incorporar a su manera técnicas del espectáculo televisivo a la política. Ellos inventaron la versión original de Tengo una pregunta para usted (con una muestra representativa de ciudadanos preguntando a sus líderes desde un inmenso plató con sus cañones de luz y pantallas gigantes) y ellos rompieron corsés de la entrevista política, enriqueciéndola con iluminación más efectista y movimientos de cámara más espectaculares desde localizaciones icónicas.
No se esperaba menos de esta noche electoral. Y los políticos más avispados lo entienden, pues saben que la televisión sigue siendo el medio de mayor influencia de masas. Si te quedas fuera del reality, te quedas fuera de juego.
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