OPINION

El vértigo de la final de TopChef en la que perdió la estrella Michelin

rakel gana topchef
rakel gana topchef

La competición de TopChef ha terminado con una final muy reñida en la que daba la sensación de que cualquier giro dramático podía acontecer. El talent culinario de chefs profesionales de Antena 3 ha cerrado su cuarta temporada aprendiendo de errores de anteriores ediciones y, esta vez, el programa ha contado con tramas más apasionantes, dignas de culebrón, donde los mediocres parecían ganar a los realmente buenos. Buenos como chefs, pero también a los "buenos" como personas.

Porque TopChef no deja de ser un reality donde tan importante como la cocina es el conflicto que se crea detrás de los fogones. Y los últimos instantes del cuarto Top Chef han realizado un retrato transparente de los dos finalistas, con una coreografía de descriptivos planos de reacción de la cara de tristeza de Víctor al descubrir que su cuchillo era el plateado y no el dorado, que otorgaba el premio del programa a una feliz Rakel. Sobraban las palabras.

Al final, ha triunfado el personaje más empático y él más vilipendiado por el resto. "Esta ha sido mi estrella Michelin", ha sentenciado la propia Rakel en el cierre del show. Toda una ironía, al más puro estilo de una apasionante folclórica, pues su contrincante ya venía con una prestigiosa estrella Michelin de las de verdad de casa.

Así es la competición televisiva de chefs profesionales: "la cocina convertida en un espectáculo", como ha recalcado literalmente Chicote en los segundos finales del talent. El problema está en que, en España, TopChef no ha terminado de brillar en audiencia en esta temporada porque sigue demasiado a rebufo de MasterChef, que ya emite tres ediciones diferentes al año (anónimos, famosos y niños) y cuenta con una producción más grandilocuente. TopChef parece una imitación, aunque sea un formato con entidad propia.

El espectador empieza a sufrir cierto empacho de peleas entre pucheros y para triunfar a TopChef le ha faltado un mayor grado de identificación de la audiencia de Antena 3 con unos concursantes con demasiadas ínfulas y poco sentido del humor. De ahí que haya ganado Rakel, la más vulnerable, la que menos se tenía creído su papel de chef top. O lo que es lo mismo, su papel de TopChef.

> Las trampas de los concursos de la tele

@borjateran

Y ADEMÁS…

Las mentiras que nos creímos de los programas infantiles

Así se hacen las preguntas de un concurso de TV

11 cosas que aprendimos con ‘Friends’

Las 5 dificultades que sufre el guionista de una serie

Mostrar comentarios