OPINION

Ten: los errores del lanzamiento de un canal de TDT

las kardashian
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Hace poco más de un año que comenzaron las emisiones de Ten, el canal de TDT del Grupo Secuoya. Una cadena que ya cambió su nombre antes de nacer. De denominarse "10" pasó a llamarse Ten, un título más "cool" que da más juego de cara a la promoción.

Sin embargo, este cambio de nombre fue premonitorio: en sus primeros doce meses de vida, Ten ha modificado tres veces su línea editorial de contenidos. Primero nació como una cadena familiar, después pasó a ser una cadena femenina (como su rival DKiss) y, ahora, ha terminado reconvertida en una especie de canal práctico, que "te cambia tu vida". O eso dice su eslogan.

En esta última metamorfosis del canal, ha sido un acierto activar más producción propia, con programas exclusivos y creados a tono con la idiosincrasia nacional como el espacio Vidas en Orden (organizando casas caóticas), lo que marca la diferencia de la emisora en una TDT cargada de repeticiones y docushow extranjero. Pero se mantiene el problema del nacimiento del canal. Y es que Ten nunca llegó con una personalidad rotunda y diferenciada.

Ten cometió un error de manual: intentar abarcar mucho en vez de centrarse en grandes franjas diarias con temáticas muy delimitadas, fáciles de recordar por un espectador que sabe que en la mañana, tarde y noche hay un tipo de formatos específicos. En cambio, la programación de Ten ha sufrido tantos vaivenes de horarios, que ha propiciado que el público se pierda en su oferta.

El canal arrancó con formatos internacionales como Mi restaurante es el mejor, La Gran Aventura o Este hotel es una ruina. Pero si el espectador se enganchaba a Este hotel es una ruina e intentaba seguir viendo nuevos capítulos la semana siguiente, se encontraba que ya habían cambiado la programación. Ese es el error de Ten, no sólo no definió desde su origen una línea de contenidos que no se pareciera a nada, tampoco los responsables de la cadena dieron tiempo a cuajar ningún programa en una parrilla con demasiados cambios de horarios nada más empezar sus emisiones, cuando lo aceptable es mantener los tres primeros meses el grueso de distribución de contenidos para que los interiorice la audiencia. En este sentido, tampoco ayudó que las temporadas de los programas fueran muy cortas, despistando aún más a la audiencia con estrenos que llegaban tan rápido como desaparecían.

El mayor éxito hasta la fecha de Ten es Las Kardashians, un reality internacional que da mucho juego a una cadena que reúne una media 0,3 de share. Un promedio de audiencia que crecerá si se aprende de los errores de los primeros 12 meses de vida: acotar mejor el contenido del canal hacia un perfil de público más definido (a través de formatos alternativos a los que ya existen en otras frecuencias) y aguantar el horario de programación de los programas el tiempo suficiente para ser conocidos por un público que está cansado de resintonizar, una y otra vez, una TDT en la que suele encontrar más de lo mismo.

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@borjateran

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