OPINION

Pablo Motos: así se ha coronado como el rey Midas del verdadero prime time con 'El Hormiguero'

El retraso del horario de comienzo del prime time en España ha provocado un particular desbarajuste en la pelea por lo más visto de las audiencias que, en esta temporada, se ha saldado con un ganador táctico: El Hormiguero.

El programa de Pablo Motos, con una media del 14,8 por ciento de cuota de pantalla y 2.708.000 seguidores en este curso, se ha convertido en el programa diario más hábil a la hora de llevarse el minuto de oro de la jornada, el instante más visto del día entre todas las cadenas.

Ni Supervivientes, ni La Voz, ni Cuéntame, El Hormiguero se ha hecho con el título del rey del prime time al acumular un total de 89 minutos de oro esta temporada, lo que supone haber logrado este título en un 55 por ciento de los días en los que se ha emitido.

Se trata de una de las consecuencias directas de que el show de las hormigas Trancas y Barrancas se haya asentado en el horario de máxima audiencia. Como en la actualidad las series y programas estrella de las cadenas retrasan su comienzo hasta casi entradas las 11 de la noche, El Hormiguero se ha quedado con la franja en la que más personas están sentadas frente al televisor. Mientras que las apuestas de prime time de las cadenas se colocan en tramos horarios con menos consumo televisivo para ser más competitivas en el cómputo de la cuota de pantalla.

Como consecuencia, aunque El Hormiguero cuenta con el título de programa líder de access prime time -franja telonera del horario de máxima audiencia-, la verdad es que está programado en el arranque del prime time real, lo que ha producido el efecto colateral de reunir 89 minutos de oro. Un hito que alcanza al ser un programa diario, que se emite de lunes a jueves. Aunque, más allá del liderazgo de audiencia, El Hormiguero también aporta tres valores extra a Antena 3, que aseguran larga vida a Pablo Motos en esto del reinado del show business.

Uno. El Hormiguero como pilar de la programación

El Hormiguero ha conseguido un carismático sello que se identifica fácil por parte del público. La audiencia sabe que, a partir de las 10 de la noche, aparece Pablo Motos, junto a su equipo. El tirón de los invitados hará brillar más o menos cada episodio, pero los ingredientes del formato (experimentos, humor, pruebas…) están tan bien engrasados que han congeniado a la perfección con un horario en el que los niños aún no se han ido a la cama y sus papás todavía no se han quedado dormidos en el sofá.

Con este formato, Antena 3 logra una cita diaria que es esperada con cierta expectación por una audiencia fiel. Un contenido fijo de apabullante personalidad que da visibilidad a la cadena y que sirve, además, como pilar que estructura su programación con orden. El público ha interiorizado que cuando acaba El Hormiguero se emite la gran baza de prime time de la cadena.

Dos. El Hormiguero como escaparate publicitario

Aunque la duración de El Hormiguero no permite más que una gran pausa publicitaria, el programa favorece que los anunciantes se integren en los propios contenidos. Ya sea con menciones o con acciones específicas que se desarrollan dentro del guion del show. Esta es la publicidad menos invasiva y con más índice de eficacia, que incluso el espectador puede compartir en sus redes sociales si el sponsor se introduce de forma natural dentro de un gag o un experimento más del espacio. Por ejemplo, cuando regalaban coches a través de llamadas telefónicas al azar.

Tres. El Hormiguero como plataforma de influencia

El Hormiguero se ha convertido en el único programa de una televisión nacional muy eficaz para promocionar cualquier tipo de obra, ya sea una película, función teatral, un libro o lo que se tercie. Las personalidades se pirran por poder ir a El Hormiguero, siendo el más célebre show español al que acceden a acudir desde políticos a las estrellas de Hollywood. Esta cualidad potencia la imagen de Antena 3 como referencia en cadena generalista familiar, pero además permite a Atresmedia contar, en su propia parrilla, con la herramienta perfecta para poder vender sus propios productos, ya sea un estreno cinematográfico de la compañía, un nuevo programa (de tele u Onda Cero, la radio de Atresmedia) o incentivar la carrera de algún rostro de la emisora.

El Hormiguero ya es más que un programa, es una plataforma de influencia que basa su éxito en no quedarse en la típica entrevista y asombrar al personal, apostando por el ADN más clásico y fascinante de la televisión: experimentar constantemente con la creatividad. Y eso es una obsesión evidente de un meticuloso Pablo Motos, lo que se termina traduciendo en un exponencial valor añadido para la marca que busca Antena 3 como gran factoría de contenidos.

>>> 3 locuras de ‘El Hormiguero’ que son clave en su éxito (y no sonaron tan bien al principio)

@borjateran

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