OPINION

Un año del reality de 'Las Campos': los efectos del éxito efímero

El pasado verano llegó a Telecinco un reality dispuesto a salvar las maltrechas audiencias del mes de agosto. Con tal cometido saltó al terreno de juego Las Campos, un éxito en audiencias tradicionales para Mediaset que, además, también fue un triunfo en las redes sociales, generando conversación ciudadana y amplificando la repercusión de la cadena en las nuevas ventanas de consumo de información.

La primera gran baza del reality estuvo en que, por primera vez, se mostraban las tripas de las casas de las Campos, con todo lo que eso conlleva. Porque la popularidad de madre e hija, ganada en casi treinta años de trayectoria en televisión, despierta cierta atracción en el público. Más aún cuando este formato reveló que María Teresa Campos no sólo tenía el apodo de reina de las mañana, sino que también vivía en un palacete. Con su piscina cubierta, con sus salones interminables, con su majestuosa decoración, con su carrito para que el servicio lleve el desayuno. Terelu tampoco se quedó atrás en un estreno que desveló el interior de su ático con barra de bar incluida en el salón. El alma voyeur del espectador observó, soñó y hasta diseccionó estas localizaciones y, de paso, analizó las relaciones de las dos protagonistas con sus respectivas trabajadores del servicio, amigas y los problemas de la vida cotidiana.

Los comentarios no se hicieron esperar. Las Campos ya eran el show revelación, especialmente por las salidas de tono de una Terelu dispuesta a dejarse llevar delante de las cámaras y hasta engullirse una porra con la consiguiente catarsis popular.

Sin embargo, una vez emitida la primera tanda de capítulos y a pesar de renovar por otra temporada tras su buen rendimiento, la nueva etapa del programa fue prácticamente invisible. Telecinco cambió tanto el horario de emisión de Las Campos que era complicado seguir la pista de María Teresa y su familia. Que si se colocó en los viernes por la noche -dentro de Sálvame Deluxe- para competir con Tu cara me suena, que si se situó en la tarde del fin de semana para arañar unas décimas de cuota al famoso telefilme de Antena 3...

El último episodio, emitido por la tarde, terminó con Terelu buscando una cita a través de una aplicación de ligar. Cita de la que el espectador no volverá a tener noticias. La audiencia se quedó compuesta y sin desenlace.  Las Campos llegaron por la puerta grande y, sólo unos meses después, sufrieron una despedida silenciosa, que proporciona dos lecciones televisivas: el público se olvida rápido de los programas que comenta con intensidad en la red social (nadie habla del reality de Las Campos) y la importancia de organizar los realities en una franja estable para no desorientar al espectador.

Las Campos se movió tanto de día y hora que parte de su audiencia potencial se perdió por el cambio de programación. En Telecinco saben de esta problemática pero, en cambio, parece que no confiaban demasiado en que el recorrido de las Campos fuera mucho más allá.

Por ello, la cadena dio luz verde a temporadas cortas, de sólo un puñado de programas especiales, perfectos para ser lanzados como acontecimiento que llama la atención, crea "chismes" para comentar en la cadena, sirve como arma arrojadiza contra la competencia y, además, al ser tan poco duradero, reduce el riesgo de desgaste de aceptación social por agotamiento de tramas.

Las Campos no tuvieron margen para cansar a su público y el programa sí cumplió su función de ser salvavidas de Telecinco -en esos periodos en los que Mediaset necesita subir unas décimas de audiencia-. La cadena lo logró con Terelu comiéndose esa porra, gesto que triunfó porque define la identificable lucha de tantas y tantos por mantenerse en línea, comer sano y, por supuesto, terminar cayendo en la grasienta tentación. Inversión amortizada de sobra por la cadena.

> Lo que siguen ‘copiando’ los programas matinales de la fórmula de María Teresa Campos

@borjateran

Y ADEMÁS…

> 6 contenidos que eran habituales en los programas matinales y que se han extinguido (por suerte)

8 trucos de Chicho Ibáñez Serrador que siguen siendo modernos hoy

4 anomalías de la TV en España que hemos terminado interiorizando como normales

> Los elementos cruciales para el éxito en TV que se han olvidado

Mostrar comentarios