OPINION

Los retos de Bertín Osborne para evitar el desgaste de 'Mi casa es la tuya' por pérdida de novedad

Bertín Osborne vuelve esta noche a Telecinco con Mi casa es la tuya. Nueva temporada de un éxito incontestable que nació en TVE bajo el nombre de En la tuya o en la mía y que ha logrado retratar charlas distendidas con grandes personalidades de la primera línea nacional.

Sin embargo, los grandes nombres de la actualidad que quieren participar en el programa de Osborne se acaban. Porque no todas las celebridades quieren acudir a su show y parece difícil que aquellas que han declinado la oferta cambien de opinión.

Mi casa es la tuya es un formato que depende de un gran invitado que sea capaz de mantener el interés de dos horas de televisión en horario de máxima audiencia. El formato intenta hacer más interesante la charla con tramas paralelas, que pueden ir desde la receta de cocina hasta la aparición sorpresa de familiares y amigos. Pero el gag de no saber encender la vitrocerámica ya está agotado y, en la última temporada, Bertín ha perdido el entusiasmo del principio. Ahora interpreta la versión más descafeinada de sí mismo. Como si se estuviera aburriendo de su propio programa.

El reto del formato es recuperar esa espontaneidad campechana del principio. El espectador no quiere sólo una entrevista amable, también quiere colarse en un encuentro entre amigos para curiosear sobre vidas ajenas y descubrir las interioridades de casas de ensueño de personalidades que despiertan un grado importante de empatía.

Pero Bertín ha hecho ya más de 60 programas de este formato y ha conversado con casi 100 invitados. Necesita reinventarse sin perder su esencia para no sufrir el desgaste del fin del efecto novedad de Mi casa es la tuya. Para superar con nota este handicap, el equipo del programa maquina giros de guion para hacer interesante cada capítulo (son expertos en ello) pero, también, Bertín Osborne debe conseguir invitados que se salgan de su círculo habitual. Es la forma que rompa con su área de confort.

Porque, al final, el éxito de Bertín Osborne en televisión siempre ha ido unido a su capacidad para ser él mismo con todas sus consecuencias. Una característica que se ha ido perdiendo en este formato. Bertín como producto televisivo funciona mejor cuando es menos galán elegante y más presentador travieso. Así triunfó con Lluvia de Estrellas o Esos locos bajitos, cuando las cadenas no estudiaban índices de aceptación en redes sociales y sí tenían cierta obsesión por no crear indiferencia en el personal.

Las 7 razones del éxito inesperado de Bertín Osborne

@borjateran

Y ADEMÁS…

Las 5 armas de Bertín que no ves y son cruciales para su éxito 

Así sería ‘Verano Azul’ si se hubiera rodado hoy

Razones por las que no podríamos hacer ‘Juego de Tronos’ en España

¿Por qué las series y los programas empiezan y terminan tan tarde?

‘Friends’: las nueve razones por las que amamos tanto esta inolvidable serie

Mostrar comentarios