OPINION

La nostalgia de 'Me cambio de década' en Antena 3: ¿un éxito o una oportunidad perdida?

Roberto Garver
Roberto Garver

Tarde, pero se han dado cuenta. Las cadenas de televisión se han percatado de que la nostalgia triunfa en televisión. Incluso la nostalgia de tiempos en los que el espectador ni ha vivido. De ahí el boom de las series de época, que retrotraen al público a un pasado de ensoñación.

Así que Antena 3 ha adaptado el formato que faltaba en España. Se llama Me cambio de década y está basado en Back in Time for Dinner, éxito de la segunda cadena de la BBC y que, en su versión original, entremezcla el furor por la gastronomía con el choque que supone trasladar a una familia a otra década.

La premisa del espacio está en que una familia a lo Médico de Familia (sí, también con adolescentes en la edad del pavo elegidos para intentar que se sientan reflejados diferentes targets de espectadores) viaja cincuenta años atrás. Su vestimenta, su casa y, por supuesto, su cocina se caracteriza en cada programa de una década. Hasta cambian sus muebles y electrodomésticos.

Ahí está el reto: la familia debe cocinar la cena con los ingredientes y utensilios de cocina de cada década. Y, mientras tanto, el programa va divulgando no sólo la historia culinaria, también los cambios tecnológicos y explicando las peculiaridades del momento social y político del país.

Un retrato de la historia culinaria muy entretenido, ya que viene aderezado con los ingredientes del show televisivo clásico: la sorpresa de los protagonistas al ver su casa cambiada por completo a tono con el año, como si de una teletransportación al pasado se tratara, el conflicto de intentar cocinar sin las comodidades de hoy.

Y el espectador descubre costumbres, artefactos o déficits sociales que no conocía o, en su defecto, que recuerda de sus años mozos. Así se activa en la audiencia el infalible ingrediente de la cocina en televisión junto a la todopoderosa emoción que produce el recuerdo del pasado.

https://www.youtube.com/watch?v=7YXddLlDILA

Sin embargo, en la reinvención española del formato, por parte de Antena 3, se ha reinventado la premisa para adaptar la duración del programa al prime time español (más del doble de tiempo que el británico). La cocina ha pasado a segundo plato y Atresmedia ha enriquecido el producto con más divulgación documental de la década a la que se enfrenta la familia, con interesantes imágenes de archivo y centrando el espacio en el contraste social, especialmente entre los más jóvenes de la familia (qué hacen sin tener un televisor, cómo les castigan en una escuela de los sesenta...). Familia que, por cierto, parecen sacados de un catálogo de Ikea, lo que resta credibilidad.

Aunque el problema principal que tiene me cambio de década está en que al no centrarse en una idea tan clara como la versión original, "el reto de cocinar en otro tiempo sin las comodidades de hoy", el espacio no tiene un objetivo claro que invite al espectador a quedarse hasta el final del show. Sólo se trata de un ir y venir de curiosidades que pierde fuerza cada semana, pues existe menos contraste cultural al tratarse de décadas más cercanas a la actualidad.

En un país tan gastronómico y tan nostálgico, la idea original de Back in Time for Dinner tenía más mimbres para el éxito que Me cambio de década. De nuevo, la televisión en España tropieza en el mismo error: producir un programa a medio camino de concepto, y claro la audiencia también se queda a medio camino.

@borjateran

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