OPINION

¿Podemos predecir el futuro?

Al principio fueron las entrañas de las aves, las situaciones de los planetas y las furias de la naturaleza. Todo ello servía para predecir el futuro.

No hemos cambiado porque estamos igual. Nos pasamos el día creando estadísticas, elaborando cuadros e interpretando datos. Pero nos cuesta mucho predecir el próximo futuro: ni la meteorología para dentro de una semana, ni las consecuencias del estallido de un volcán, ni las trampas griegas, ni las mentiras de Goldman Sachs. Por eso decía John Maynard Keynes: "The future is to a large extent inherently unpredictable" (El futuro es en buena medida inherentemente impredecible). Es lo mismo que dice Nouriel Roubini, o Doctor Muerte (Dr. Doom).

Y también lo recordó la semana pasada Isaac Martín-Barbero en una charla en el IE Business School. Martín-Barbero es actualmente el consejero económico de la embajada de España en Turquía. Está destinado en Ankara.  Ha sido broker, cree en la fuerza del optimismo, piensa que los españoles siempre han salido al exterior cuando las cosas iban mal (desde la Conquista de América al éxodo en los años cincuenta y sesenta, hasta la reconquista de América en los noventa). Es columnista de El Mundo y de otros medios y dio una charla sobre Economic Intelligence.

No sé cómo traducirlo: ¿inteligencia económica o espionaje económico? La palabra intelligence en inglés se puede traducir de las dos formas en español.

La idea de Martín-Barbero era presentar los agujeros de la ciencia económica, esos abismos que aparecen cuando nos ponemos a analizar los grandes fiascos. Cuando estalló la crisis reciente, por ejemplo, nadie supo explicar ni por qué ni cómo. Uno de los mejores videos que expuso consistía en Henry Paulson, secretario del Tesoro de EEUU, en la rueda de prensa del 15 de septiembre de 2008, justo el día en que se hundió Lehman y los mercados. Trata de convencer de que todo se arreglará en cuestión de meses, y que se debe a una housing correction. En realidad, no se entiende bien qué quiere decir. El significado. No se entiende ni en inglés. El pobre Paulson estaba más despistado que nunca.

La economía es la ciencia más impredecible que existe y por eso hay tantas  frases deliciosas o profundas para definir esa indefinición. Una de las que más me gustan es "existen mentiras, grandes mentiras y estadísticas". O esta otra "los economistas son unas personas que nos dicen qué va a suceder, y luego nos explican por qué no ha sucedido". Lo preocupante es que muchos economistas se pasan la vida explicando lo que salió mal, y lo que deben preguntarse es por qué salió mal, decía Martín-Barbero.

La ley de las probabilidades.

Esto fue lo que pregunté al final a Martín-Barbero. "¿Estadísticas o intuición? ¿Cuál es la lección que debemos aprender?". Necesitamos una guía para predecir el futuro, igual que la de nuestros ancestros, cuando trataban de desentrañar el desenlace de las guerras o del destino.

Respondió que no se puede afrontar ninguna situación económica sin datos. Un economista sin datos y sin estadísticas no vale nada. Otra cosa es acertar porque aquí puede intervenir la intuición, que es producto de la experiencia desde luego. Por eso el buen economista no ve lo que todo el mundo ve, sino que intuye lo que puede pasar.

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