OPINION

Cinco claves para entender los recortes

Graves decisiones, rápidas interpretaciones. Ha llegado la hora de analizar las medidas económicas que ayer anunció el gobierno y que entrarán en vigor dentro de poco.

1. ¿Por qué tan tarde? ¿Por qué tan profundo? El presidente de gobierno ha tardado mucho en tomar unas decisiones que debió tomar allá por 2008. La prueba: la Asamblea de Francia aprobó en octubre de 2008 un plan de ataque a la crisis que les ha supuesto salir antes del problema, y tener menos paro. Nosotros tardamos año y medio en hacerlo, con lo cual tardaremos año y medio más en salir. Si el gobierno hubiera afrontado su responsabilidad en 2008, entonces, en lugar de bajar el salario a los funcionarios, lo habría congelado, y en lugar de eliminar 6.000 millones de la inversión pública, serían 3.000 millones. Y a lo mejor, ni siquiera habría tocado las pensiones. Pero cuando se extiende la metástasis, la cirugía es de caballo.

2. Las peores víctimas no son éstas. Los funcionarios y los pensionistas sienten que son las grandes víctimas de estas medidas. Cierto. A los primeros se les recorta el salario un 5% este año, y se les congela para el que viene. A los segundos se les congelan las revalorizaciones de las pensiones en 2011. Es mala noticia para ellos. Pero los funcionarios seguirán teniendo su salario de por vida, y los pensionistas, sus pensiones de por vida. En cambio, los parados que arrojó el sistema desde 2008 no tienen su empleo, ni su salario. Y este año, muchos de ellos ya se quedan sin el seguro de desempleo. Ésas eran y siguen siendo, junto con los empresarios que han quebrado, las verdaderas víctimas.

3. El mundo no se hunde por bajar en 600 millones las inversiones para ayuda al exterior. Muchas ONG se han quejado de que se quedan sin el apoyo necesario para seguir trabajando en países pobres.  Son países más pobres que España, países donde se vive con lo que aquí tiramos a la basura. Pero cuando un país como el nuestro atraviesa una crisis que es de tan grande magnitud, no puede ir repartiendo dádivas por el exterior, sabiendo que muchas personas de aquí mismo no tienen nada, ni esperanza. Cada vez hay más familias en comedores de Caritas, Orden de Malta, o comedores sociales de ayuntamientos y comunidades. Familias enteras.

4. Nadie se echará a llorar por la reducción de un 15% del salario del gobierno. Ni una lágrima, por supuesto. No porque sean malos políticos, sino porque según el CIS, los políticos son el colectivo más detestado por los españoles.

5. Aquí falta algo. Por supuesto que falta algo. Echamos de menos un pacto entre empresarios sindicatos para sacar adelante una reforma laboral.  No se trata de echar a la calle gente con más facilidad, sino facilitar la contratación, y que haya menos contratos temporales y más fijos. Si el gobierno usa el decreto ley (vía rápida) para que este paquete de medidas entre en vigor, que lo use también para puentear a sindicatos y empresarios, que han sido incapaces de presentar un acuerdo. El gobierno se limitó a decir ayer que espera a fin de mes un pacto entre empresarios y sindicatos. Llevamos dos años de espera.

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