OPINION

La medium que se creía lo que decía

Conocí a la Maestra Ayala hace un año y escribí sobre ello aquí. Es la mujer que fue contratada por una venta de lotería para atraer la suerte del Gordo. Y cayó allí.

Fui en diciembre de 2009 a una de sus cinco tiendas, llenas de abalorios y aceites, fotografías e imágenes, y me quedé un buen rato hablando con ella sobre su trabajo como medium. Yo quería saber si había muchos empresarios o bolsistas que la consultaban, y ella me dijo que sí. En una ocasión, le dio una pócima a un empresario, que tuvo un sueño en el cual se despeñaban muchos coches.

Ella le dijo que vendiera acciones de empresas de coches. Lo hizo. A la semana siguiente, la empresa de la que el señor era accionista se hundió en Bolsa.

Cuando fui a ver a Ayala lo hice por curiosidad. Le avisé que no pretendía burlarme ni usarla para mofarme de la magia negra o del tarot, a pesar de que soy muy escéptico y que no creo en esas cosas. Solo quería hacer un reportaje simpático, pero reconozco que una de las cosas que más me gustó es que esta mujer se creía lo que decía.

Una de las predicciones que me dijo antes de despedirnos fue que a final de este año, iba a pasar algo muy gordo. Por eso me acordé hace dos semanas de esta predicción, cuando la huelga de los controladores ha sido lo más gordo que le ha sucedido a este país. ¿Gordo? ¿He dicho Gordo?

Es precisamente eso lo que le ha hecho famosa. Pues este 22 de diciembre, vi en televisión que ella era la medium que había protagonizado una historia con el Gordo de Navidad. El establecimiento de venta de lotería de Alcorcón, le pidió que atrajera energías positivas. Lo hizo y, zas: ese establecimiento había vendido parte del Gordo de Navidad.

La llamé inmediatamente y hablamos. Me dijo que estaba feliz. Ella se había limitado a "atraer energías al establecimiento", y sobre todo, para tener éxito en estos conjuros había que creer en ello, en la suerte, para que te tocara. Y me lo dijo así: "Es cuestión de creer en tu suerte". Recordamos juntos su predicción de fin de año y ella me dijo: "¡Los controladores!".

Mucha gente habrá criticado a esta mujer por fomentar creencias anticientíficas e irracionales, pero cuando hablamos de cosas irracionales, ¿alguien puede probar que el 100% de sus decisiones son racionales? No. Las decisiones son irracionales. Desde la publicidad hasta el amor, la mayor parte de nuestras decisiones no son sensatas. Son impulsivas. Ahora que se habla tanto del valor de la intuición en el mundo de la gestión empresarial, la predicción de una mujer como Ayala vale tanto como la de un economista o un gestor.

Precisamente ayer, un diplomático alemán me decía muerto de risa que hace un año, los institutos económicos alemanes predecían que la economía teutona no iba a crecer en 2010. Y añadió que un ex ministro español de economía, dijo en una reunión en una fundación: "Alemania se va a hundir en 2010".

Pues bien: Alemania está teniendo crecimientos nunca vistos. O sea, los economistas y los ministros son menos creíbles que una medium.

Seguramente, muchos científicos se echarán las manos a la cabeza al ver cómo los medios estamos dando bola a una cartomante que hace misas negras y atrae energías positivas.

No dejan de tener razón, a la vista de la cantidad de gente que engaña a los incautos y timoratos. No me gustan los programas de televisión con tarotistas ni adivinadoras. Detesto que se explote la ignorancia o la necesidad humana.

Pero también sé que el mundo racional está lleno de agujeros y hasta de enigmas. Les recomiendo que lean un libro de física titulado "El enigma cuántico". Dos profesores de física explican la irracionalidad del comportamiento de los átomos. Nos guste o no, la física moderna tiene más que ver con los mediums que con la razón. Hay que aceptarla a pesar de ser irracional. Funciona.

El propio Darwin decía en sus memorias que los científicos totalmente escépticos no dejaban abierta una puerta a lo desconocido, a lo que creemos que es imposible. Freud rehuyó de Carl Jung cuando éste le empezó a hablar del poder de las cuestiones extrasensoriales, de las predicciones, de las experiencias místicas. Le criticó diciendo algo así como: "¿Usted también cree en esas tonterías?".

Hoy, casi nadie sigue a Freud. En cambio, Jung tiene cada vez más auge.

En resumen,  estamos casi en Navidad. Hoy es el día del Gordo. Es un momento mitad místico, mitad emocional. Quizá lo de la Maestra Ayala haya sido pura suerte, pero lo fascinante es pensar que ha habido algo más que suerte. De eso vive el cine, la fantasía y las novelas.

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