OPINION

El Barça debe fundar una escuela de negocios

Guardiola
Guardiola

Un equipo que gana hasta cuando juega mal. Un equipo donde los jugadores  se divierten trabajando. Un equipo donde lo importante es el grupo. Un equipo de grandes estrellas que no lo serían sin el apoyo de los demás. Un equipo que ha ganado los torneos más importantes de su categoría en los últimos años.

¿No es el ideal de las escuelas de negocio?

Porque las escuelas de negocios crean líderes y les enseñan a manejar equipos para obtener el éxito, ¿no? Entonces, el Barça debería crear una escuela de negocios porque ha creado el mejor equipo del mundo, y tiene la mejor escuela de formación del mundo.

Veamos el caso Messi. Hijo de un matrimonio con pocos recursos (el padre, trabajador de fábrica, la madre limpiadora), este argentino padecía una enfermedad que le impedía crecer. Los ojeadores del Barcelona (Carles  Rexach) se dieron cuenta de su potencial, lo trajeron a Europa a los 13 años, le pagaron los gastos de tratamiento médico, lo entrenaron, pulieron, motivaron en La Masía... y hoy es el mejor jugador del mundo.

De esa miniescuela de cadetes del Barça, La Massia, han salido Piqué, Iniesta, Cesc, Guardiola, Puyol.. Es una escuela de formación, de talentos, de selección.

Por eso creo que el Barça debería trasladar este modelo a una escuela de negocios, con lo cual este país produciría los mejores líderes del mundo. Y encima, transmitiendo unos valores que temo que hayan perdido las escuelas de negocios actuales: el grupo es lo importante, hay que apoyar a los que tienen talento sin importar su clase social, inculcarles la superación, y no pensar tanto en el dinero.

El IESE reveló en 2010 un trabajo sobre las razones del éxito de La Masía. "La finalidad de este proyecto pionero en el fútbol europeo era preparar personas y futbolistas. Se buscaban jóvenes con talento, pero también con espíritu de superación y capacidad para trabajar en equipo", dicen Pablo Cardona y Borja Lleó en su interesante estudio.

Lo que más llama a atención de La Masía, es cómo sabe destacar las cualidades de cada individuo, y compensar sus defectos. Por ejemplo: "[Pep Guardiola] era muy lento y débil físicamente, pero su inteligencia era tan evidente que lo compensaba todo. Puyol no destacaba por ser un jugador brillante. Sin embargo, sus ganas de triunfar y su capacidad de trabajo le abrieron las puertas del éxito", dice este informe.

Esa es la clave: Superman no existe. Todos tenemos un manojo de cualidades y defectos. El objetivo de una escuela, de una empresa, de una universidad (y de los jefes), es descubrir las cualidades de cada uno (cualidades que muchas veces desconoce la misma persona), destacarlas y ponerlas a trabajar a favor de la comunidad.

De modo que, ¿qué espera el Barça para montar su escuela de negocios?

Me apunto a un master con Pep Guardiola porque es la clase de líderes que necesitamos.

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