OPINION

Alemania habla: o el euro o la caída de los dioses

schauble salgado
schauble salgado

¿El hombre más poderoso de Europa? Wolfgang Schäuble (pronúnciese choible), ministro de Finanzas de Alemania. Ustedes lo reconocerán porque está sujeto a una silla de ruedas. Hace muchos años, un enajenado le disparó en un mitin, tras lo cual, este político quedó paralítico.

Pero eso no le ha quitado un átomo de fuerzas. Lo verán en casi todas las reuniones de ministros de economía de la zona euro, el Eurocofin, amonestando con el dedo al ministro italiano o al griego, a la española o al portugués. Es su gesto preferido y parece decir: ahorra, no gastes, controla tus cuentas, ponte firme...

Es el poli malo de la crisis de la deuda, pues siempre está poniendo presionando a los países que se han relajado en sus gastos y que acumulan un gran déficit. Muchos han llegado a pensar que este hombre sería capaz de dejar caer a Grecia y a otros países, desmoronar el euro, volver al marco, mandar a la porra la Eurozona y salvar solo a Alemania.

¿Y qué piensa de verdad Schäuble? Una entrevista publicada hoy en Wirtschaftwoche descubre que el 'poli malo' tiene corazón.

"Hay un riesgo real de que la Unión Monetaria se caiga hecha pedazos", ha dicho. "Eso tendría consecuencias globales pues si no somos capaces de mantener un euro estable, más que la moneda, sufrirá nuestra cohesión y nuestra libertad de acción en un mundo globalizado".

Precisamente porque hay que evitar esas consecuencias, Schäuble  piensa que Grecia debe permanecer en el euro. "Atenas, Grecia, es incluso históricamente una parte central de Europa".  Ahora bien, el plan de rescate, que esta semana se vuelve a analizar por la troika formada por representantes del BCE, el FMI y la UE, depende de los griegos. "El pueblo debe decidir si quiere asumir esa carga".

Va a ser un trabajo hercúleo, pues según Schäuble, el país necesitará "diez años para sanear sus cuentas". El gobierno griego ha decidido permanecer a toda costa en el euro. Pero los recortes son durísimos, como todo el mundo sabe: "Debemos tener mucho respeto por el enorme ajuste que exigimos a los griegos".

Esta semana es decisiva: la troika visita Grecia para revisar una vez más sus libros de cuentas. Si no hay más agujeros, y si comprueba que Grecia asimila las duras medidas de ajuste, tendrá más dinero para pagar sus gastos urgentes.

Si no, (cosa que no desea ni Schäuble) será la Götterdammerung; la caída de los dioses (al menos, griegos).

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