OPINION

De Guindos, el hombre que susurraba a los mercados

¿De Guindos? ¿Ministro de Economía?

Era difícil pensar que este madrileño, que cumplirá 51 años dentro de unas semanas, fuera nombrado el próximo ministro de Economía. Había sido el último presidente de Lehman España. Un banco con mala imagen porque fue uno de los detonadores de la crisis.

Sus enemigos se iban a cebar diciendo: ¿es que nos va a sacar de esta crisis un hombre que estuvo en el banco que nos metió?".

No hacía falta ser un adivino. En cuestión de horas, el PSOE comenzó a atacarle por eso.

¿Qué puede haber llevado a Rajoy a dar ese paso arriesgado desde el punto de vista de la comunicación?

De Guindos es un hombre relacionado con el hard-core de las finanzas. Su banco producía 'derivados, esos productos calificados por Warren Buffett como "armas financieras de destrucción masiva".

Ahora pensemos un poco. Si ustedes tuvieran que lidiar con la lógica de los mercados, con la prima de riesgo, con los ordenadores que usan programas de High Speed Trading, con brokers más radicales del mundo, y con los derivados, ¿a quién elegirían como ministro de Economía? ¿A Walt Disney?

De Guindos está ahí justamente por eso. Conoce el infierno tan bien como Dante porque estuvo allí. Sabe susurrar a los mercados.

El banco Lehman Brothers quebró el 15 de septiembre de 2008.  Huyeron los clientes, perdió cantidades absurdas en bolsas, le quitaron todos los galones de su prestigio.

Pero la filial hispano-portuguesa ganaba dinero. De Guindos, creo recordar, recolocó a todos los empleados en otros bancos de inversión, y solo entonces cogió la persiana y cerró. Se fue con la idea de que Lehman no había quebrado sino que la habían dejado caer. No interesaba a sus competidores.

La experiencia de De Guindos es la que se necesita ahora para capear ese toro llamado mercados. Nadie como él para convencer (o susurrar), a los gestores de hedge funds, a los inversores en deuda soberana, a los brokers del planeta.

Su modo de ver la crisis es práctico: las recesiones son el acicate para hacer reformas. Lo mismo dijo en una entrevista a Der Spiegel el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble: "Todo gran paso hacia la integración se ha dado tras una crisis" (publicada en El País).

Si todos estamos de acuerdo en que esta crisis es sobre todo una crisis financiera, había que poner allí a un hombre procedente de la banca. De Guindos conoce las debilidades del sistema financiero por haber estado en Lehman, se sabe al dedillo los trucos de la bolsa porque estuvo en AB Asesores, tiene conocimiento de las marrullerías de los políticos porque fue secretario de Estado.

Y por último, sabe cómo y por qué se desató la crisis.

Ahora, 46 millones de españoles confían en él para salir de la misma.

(Mi Twitter para los mercados:

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O en el periódico)

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