Tras dos semanas de deporte, creo que se pueden extraer algunas conclusiones de estos Juegos Olímpicos.
1. El fútbol queda en ridículo. Con uno de los mayores presupuestos del mundo para toda clase de competiciones, desde infantiles hasta profesionales, el fútbol español ha quedado en ridículo. Ni un gol, ni un partido ganado.
2. Las mujeres sobresalen a pesar del anonimato. Ni la prensa deportiva, ni la generalista prestan atención a lo largo del año al deporte fememino. No trae lectores, luego, no trae dinero. Ellas solitas han conseguido 11 de las 17 medallas. ¿Habrá que hacerles caso?
3. Detrás de un gran atleta hay un gran entrenador. Prepararon a sus equipos con persistencia, les estimularon cuando decaían, les quitaron sus defectos, les mejoraron el rendimiento... Quizá este país no tenga buenos profesores y políticos, pero tiene muy buenos entrenadores.
4. Hay federaciones que quedaron al descubierto. Las ganadoras del oro en el Match Race Elliot 6M confesaron que su Federación apenas les hizo caso. El éxito es de ellas.
5. Menos fútbol, más apoyo a deportes minoritarios. España quedó cuarta en ocho competiciones (ninguna de ellas era fútbol). Con algo más de presupuesto, habríamos obtenido más medallas. ¿Estamos gastando demasiado en fútbol, y muy poco en otras competiciones?
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