Imaginen una empresa llamada Cataluña SA en la que el director general hiciera lo siguiente:
Teniendo la mayor cuota de mercado, lanza una campaña de publicidad tan desastrosa que pierde cuota de mercado.
Para no seguir perdiendo cuota se alía con uno de sus competidores.
Pero este competidor no comparte casi ninguno de sus valores.
Debido a esos errores, la empresa sigue perdiendo clientes que no entienden esa alianza. Se van a otras empresas.
Las ideas del director general cabrean tanto a uno de sus principales accionistas que amenaza con salir de la compañía.
Ese director general sigue proponiendo objetivos que desde el punto de vista jurídico son irrealizables.
Sus principales proveedores empiezan a manifestar que están contra las ideas del director general.
Todas las encuestas de satisfacción del cliente señalan que están cabreados y que se están pasando a otras compañías competidoras.
Este aliado que escogiste para no perder cuota de mercado, ahora es más fuerte que tú y puede tener más cuota de mercado que tú.
Pues bien, eso es lo que ha hecho Artur Más en los últimos años en Cataluña.
Tenía la mayoría del parlamento catalán pero en 2012 anticipó las elecciones pensando obtener apoyo a su programa soberanista. Perdió la mayoría.
Para gobernar, tuvo que aliarse con Esquerra Republicana, un partido de izquierdas con el que sólo comparte el soberanismo o la independencia. Del resto, nada.
Sus votantes huyen a otros partidos al ver que se ha equivocado de aliados o de política.
Su socio en CiU, es decir, Unio Democrática de Cataluña, amenaza con abandonar la alianza si sigue practicando esa política suicida.
La UE le dice que si quiere independizar Cataluña, tendrá que salirse de la UE.
El gobierno de España le recuerda que, según la Constitución, no hay mecanismos para independizarse.
Los empresarios catalanes, la mayoría de los cuales vota a su alianza, empieza a decir que no está de acuerdo con su estrategia.
Las encuestas afirman que hay una sangría de votantes que se están yendo a otros partidos.
Las encuestas señalan que ERC ha igualado y superado en intención de voto a CiU.
Cualquier director general habría sido despedido fulminantemente De Cataluña SA.
Artur Mas sigue ahí.
@ojomagico
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