OPINION

Cómo aprovechar el fabuloso nicho de mercado de los talleres cutres y pegajosos

Captura de pantalla 2014-03-15 a la(s) 14.20.08
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A ver si le suena esta imagen:

Lleva usted el coche a arreglar a un taller. Es un sitio con el suelo pegajoso, las paredes llenas de grasa, las herramientas tiradas por ahí, sin luz, y siniestro. Usted tropieza con varias piezas hasta encontrar a alguien que le atienda.

Le viene un señor con las manos llenas de grasa. Dice que le deje el coche. Le da un presupuesto. Le da un papelajo. Al cabo de los días, le dice que el presupuesto es mayor.

Cuando termina el arreglo, le propone pagar en negro para que usted se ahorre el IVA. Le dice que le ha quitado esta pieza y que se la ha dejado en el coche. Usted la mira y como no entiende nada de mecánica, no tiene más remedio que fiarse.

Al final, usted se lleva una factura que parece la misma que le dan en el chiringuito de playa: anotada a mano, sin número, sin fecha, y con una cantidad.

Bienvenidos al mundo de la mecánica automotriz en España. Sin transparencia, sin idea de gestión, sin ordenadores, pero con mucha grasa.

Ahora imaginen que alguien les ofrece un taller honesto, limpio, donde usted pueda ver a cada rato una foto por mail de su coche, que le garantizasen piezas originales, y que encima el sitio tuviera paredes limpias, suelos brillantes y herramientas ordenadas. Y buen precio.

¿No les parece un fabuloso nicho de mercado?

Eso pensó Alberto-López Arcas. Cuando cumplió 22 años puso en marcha Welovecars.es

Se le ocurrió dar ese servicio después de comprobar la enorme cantidad de talleres defectuosos que había en España.

Además recoge y entrega los coches. Informa por teléfono y por mail del estado de la reparación. Envía fotos al cliente. Te hace hasta un 7% de descuento en la factura.

Parece fácil pero no lo es. El problema de Alberto es 'educar' a los talleres. Educarles para que hagan una revolución: limpieza, orden, honestidad, transparencia, gestión modernas de pedidos, descuentos, informática...

Después de los primeros tropiezos, Alberto lo está logrando. "Al principio tuve problemas porque muchos talleres no me pagaron: me tomaron por novato", dice,

Hoy Alberto tiene 24 años y está tratando de terminar su carrera de Administración y Dirección de empresas, y Derecho. Casi estuvo a punto de dejarla por la impaciencia que sentía para montar su empresa. Su padre se escandalizó: ¡Termina la carrera!

Como herramienta de marketing, usa Groupon para atraer clientes con un buen descuento. Es un servicio de limpieza de exterior y tapicería que hace personalmente este emprendedor. "No me importa lavar coches: me encanta mi trabajo".

Ahora esta buscando una firma de capital riesgo que crea en su negocio y en la expansión.

¿Algún candidato?

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