Hagan la prueba: entren en Google y pongan el nombre de cada uno de los candidatos a la secretaria general del PSOE, Pedro Sánchez y Eduardo Madina.
Luego, pinchen en la pestaña que dice 'imágenes'. Verán que la mayor parte de las imágenes que salen de Pedro Sánchez lo muestran con una sonrisa franca, cercana y atractiva.
Pero la mayor parte de las fotos de Eduardo Madina se ve una persona que apenas sonríe. Cuando lo hace, es una sonrisa sutil. Parece que en la mayor parte de las fotos está amargado.
¿Es eso crucial?
Quizá para los delegados socialistas no. Quizá tampoco lo sea para los militantes.
Pero para los casi millones de electores que el año que viene tienen derecho de ir a las urnas a las elecciones municipales, autonómicas y generales, puede ser un detalle importante para ganar... o perder. Hay gente que no mira los programas sino los carteles, la TV, los vídeos...
La sonrisa siempre está asociada al éxito, la salud, la bondad, la simpatía. la honestidad...
Cualquier asesor de comunicación le recomendaría a Sánchez que exhibiera su sonrisa aún más porque es una cualidad popular.
Y le recomendaría a Madina que practicara una forma de sonreír más franca y abierta.
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