La NSA de EEUU detecta y vigila quién quiere navegar en secreto por internet

Hace unos días probé instalarme una aplicación llamada Tor. Sirve para hacer búsquedas en internet sin dejar rastro.

Es ideal para periodistas de investigación o para cualquier internauta que esté harto que la NSA de EEUU se entrometa en la vida del planeta.

Bueno, no creo que lo que yo investigue sea una amenaza para EEUU. Soy una molécula dentro de la galaxia de internet,

Estaba yo tan contento con mi nueva aplicación cuando acabo de descubrir que la NSA tiene un programa que detecta a escala mundial quién está interesado en visitar cualquier web mundial de búsquedas secretas. Ya se sabía que la NSA localizaba la identidad de quién se está bajando Tor, pero ahora con su programa Xkeystroke adivina hasta quiénes buscan en internet información sobre protección de identidad aunque sea por simple curiosidad.

Lo acaba de publicar la cadena de televisión alemana Das Erste (La Primera). Es decir, la NSA no sólo detecta a los que entran en la página, sino basta con buscar por Google cualquier página de protección de identidad, para que tome nota  de nuestra IP (la dirección de internet) y luego sigue la pista de sus rastreos, lleva un registro de sus correos electrónicos, mira qué páginas visitamos y abre un archivo de toda la actividad digital del 'sospechoso'. A estas alturas, en la NSA ya deben tener hasta fotos mías en la playa.

O sea que Tor es un fiasco. Incluso peor.

Y supongo que otras webs o aplicaciones parecidas que se usan para mantener en secreto tu actividad en internet también están vigiladas como Duck Duck Go.

¿Qué significa esto? Que el poder de la NSA para vigilar al planeta es inmenso. No hay rincón que no pueda rastrear: entra en nuestros correos electrónicos, vigila nuestras actividades y hasta abre un registro cuando tratamos de usar programas de búsquedas secretas como Tor.

¿Saben lo más gracioso? Que Tor nació en el Laboratorio de Investigación Naval de EEUU y que luego fue aplicado por una organización de derechos civiles para extender la libertad y la democracia en el mundo.

Es la gran paradoja: en la era de las comunicaciones mundiales, estamos más expuestos a ser controlados y vigilados por el nuevo Gran Hermano que desea hacernos más libres.