OPINION

Cómo crear una app, desde el sueño a la realidad

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Tengo en mi móvil una app para el tiempo, otra para el tráfico, para pagar el parquímetro a distancia, traducir idiomas, leer periódicos, y buscar restaurantes.

Parecen tan fáciles de manejar y son tan útiles, que me he dicho: oye, ¿y por qué no se te ocurre a ti una app? A lo mejor tienes éxito y todo.

¿Y cómo se crea una aplicación para móviles o tabletas?

Eso le he preguntado a un amigo que está a punto de sacar su app.

Me ha dicho qué es lo primero y fundamental que hay que tener: entusiasmo. Tu aplicación tiene que entusiasmarte. Bueno, sí, ¿y después?

Mi amigo, Juan Carlos Gauli, va a lanzar una aplicación para móviles (en principio para IOS, que es el sistema de Apple), que consiste en ayudarte a pasear por una ciudad y conocer los sitios que te interesan. Se llama strollest. Es como esas audioguías que nos dan a las entradas en los museos y que nos permiten escuchar la descripción de un cuadro de Velázquez.

Solo que en este caso, te descargas la app, y ella te cuenta dónde estás, que sitios de interés te rodean, cuál es la historia detrás de ese monumento, y hasta dónde puedes comer barato. ¿Quién pone la voz? ¿Un algoritmo?

La voz la ponen locutores profesionales pero con el tiempo se puede unir cualquier persona que quiera colaborar y contar los atractivos de su ciudad. Y por supuesto, participar de los beneficios porque esta app será de pago.

Según sus fundadores, una de las ventajas de strollest es que te libera de esas personas que te llevaban a los sitios que les interesaban a ellos, fuese la tienda de ropa de su primo, o el restaurante de su hermano. Tú eres el dueño de la ciudad.

¿Y qué más hace falta para crear una app aparte de entusiasmo?

"Tener claro dónde te quieres posicionar", me dice Gauli. Por ejemplo, él y sus tres socios tenían claro que las apps más usadas y más útiles son las relacionadas con el ocio y el entretenimiento. "Eso la hace escalable y multinacional porque te puedes implantar en cualquier país", añade.

Luego, dedicarle un montón de horas. "Eso de tener una idea y no dedicarle muchas horas, no funciona", dice Gauli. Vacaciones, fines de semana y fiestas de guardar para desarrollar tu app.

Y el equipo: alguien que diseñe, alguien que programe, alguien que piense en el mercado y cómo venderlo.

"Los socios tienen que ser muy buenos profesionales, fiables  y estar entusiasmados con el proyecto".

La ventaja de la tecnología actual, dice Gauli, es que puedes competir con una multinacional. Tienes más velocidad, capacidad de reacción, menos burocracia y eres más eficiente. Además, el coste de desarrollo es asequible.

Si quieres crear una app, dice Gauli, trata de disminuir el margen de error probándola, dándola a probar e incluso pidiendo consejos a otros expertos. "Una de las ventajas de mundo digital es que la gente es muy colaborativa", dice Gauli.

El paso final es hablar con Apple (en su caso). La empresa te exige registrarte, tener una firma o sociedad legalizada y una razón social. En 15 o 20 días aprueban el proyecto y adelante

¿El coste de todo eso?

Bueno, en principio debes tener recursos para aguantar. Desde tus ahorros a conseguir financiación. El precio de crear una app lo ponen las dificultades técnicas. Puede ser de unos pocos miles, a cientos de miles.

Y al final, tratar de que le gente la conozca y que el boca a oreja funcione.

Es verdad que muchos emprendedores se han estrellado con su idea. Pero otros han triunfado y hasta han conseguido que su app sea comprada por empresas más grandes que ven esa oportunidad.

Así que, ¿a qué estamos esperando?

(Foto cortesía de freedigitalphotos.net)

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