OPINION

Al PP le queda lo peor de la maratón: los endiablados últimos kilómetros

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A mediados de 2012 España estaba al borde de la suspensión de pagos. El gobierno del PP temió que no iba a salir de aquel aprieto. Fue el peor momento de la crisis: España llegó ‘al Muro’.

¿Qué es el Muro?

Los que hayan corrido una maratón saben que lo peor viene cuando se acerca el Muro. Es un ‘bajón’ que se presenta en el kilómetro 30, justo cuando el cuerpo humano se queda sin glucógeno y empieza consumir la grasa acumulada.

Solo puede superarse con la voluntad del corredor de seguir hasta el final. Hay gente que no lo logra.

Y con la misma voluntad que un maratoniano afronta el Muro, el gobierno hizo en 2012 lo que pudo: aguantar. Muchos analistas, expertos, economistas y por supuesto, la oposición, esperaban que el Gobierno no atravesara el Muro.

Pero lo atravesó.

Y después, ¿qué?

Después del Muro, no viene el descanso sino 10 largos kilómetros en los que el cuerpo de un maratoniano está exhausto. Pero debe continuar corriendo hasta la meta.

Esa es la situación en la que estamos ahora: superado el Muro de la crisis de 2012, este año y el próximo traerán mejores noticias. La meta está cerca pero…

Pero los españoles no la ven. Ellos se ven solamente que están corriendo su propia maratón y además, están muy agotados: agotados de pagar más impuestos, de no encontrar trabajo, de no ver la meta…

Y en este caso, el PP trata de animarnos con ‘hemos salido de la recesión’, ‘baja el paro’, ‘las exportaciones están batiendo record’, ‘hemos reducido el déficit público’, ‘los mercados confían en nosotros’, ‘dentro de poco veremos el cambio’. En resumen, es un “¡vamos, chicos, que ya estás casi al final!”.

¿Final?

Muchos creen que cada vez es más factible que se reproduzca el “efecto Gamonal” a escala nacional.

Según revelaba una información reciente de El Mundo, los servicios secretos y las fuerzas de seguridad han detectado que los grupos antisistema quieren extender el ‘efecto Gamonal’. Recordemos que fue un barrio de Burgos cuyas protestas lograron paralizar las obras públicas del alcalde. Esto ha animado a ciertos grupos que quieren infiltrarse en las organizaciones ciudadanas para desatar una insurrección.

Exagerado o no, el momento es ahora. En los próximos meses veremos una lucha de organizaciones de la oposición, radicales o moderadas, desde antisistema a partidos políticos, para erosionar al gobierno hasta las elecciones de 2015.  Antes de que la recuperación se note de verdad.

De modo que vamos a ver una batalla entre un gobierno que desea comunicar que ‘la meta de la recuperación está más cerca’, y de otro lado, una oposición enfrascada en demostrar que no hay una mejoría patente, y que ‘ha llegado la hora de relevar al gobierno’.

A favor del gobierno va a estar la macroeconomía. Sí. Veremos indicadores hermosos como el PIB, el déficit, la prima de riesgo y el empleo.

En contra estarán otros indicadores más cercanos a la economía familiar como la hipoteca, la cantidad de impuestos que pagamos y sobre todo, el paro, que no bajará de menos del 20% en los próximos 20 meses.

En este final de carrera, veremos si el PP llega el primero a la meta, o le soprepasan a última hora otros corredores.  Todo depende de cómo los electores se crean ‘la salida de la crisis’.

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