¿Se ha convertido la lucha contra el virus Ebola en un costoso montaje?

Un avión especial sometido a condiciones de aislamiento total y que ha viajado a Liberia y ha vuelto. Un equipo de especialistas en medicina tropical. Un convoy formado por ambulancias, patrullas de la policía, Samur y motociclistas. Medio hospital Carlos III dedicado solo a atender a un paciente: el sacerdote Miguel Pajares.

¿Cuánto ha costado todo eso? ¿Quién lo paga? Y lo más importante, ¿no se ha convertido toda esa lucha contra el virus Ebola en un portentoso montaje mediático, con cámaras de televisión retransmitiendo en directo el traslado del sacerdote, entrevistas a médicos, y debates calientes?

Pues bien: no.

No es un montaje exagerado. No se está tirando el dinero por la ventana. No se nos ha ido la pinza. No importa lo que cueste.

Sencillamente, es lo que hay que hacer. Como diría un especialista de la Organización Mundial de la Salud, se está aplicando 'el protocolo'.

Hace bastantes años, se inició una epidemia llamada Gripe Asiática que causó la muerte de bastantes personas en Asia. Se transmitía de los animales al hombre por contacto o manipulación de alimentos. Aeropuertos y puertos de todo el mundo se convirtieron en fortalezas imposibles de franquear obedeciendo al protocolo. Se invirtió mucho dinero porque, hasta los especialistas anunciaban una pandemia que iba a causar muchos muertos.

Que se sepa, en España solo cayó muerto un somormujo en Alava. ¿Valió la pena entonces todo ese montaje? Sí, porque con la salud no se juega.

Voy más lejos. ¿Cuántas muertes hubo en España por culpa de las vacas locas? Creo que una persona al cabo de los años. Pero en el momento más crítico, cuando las carnicerías ya no sabían qué hacer para convencernos de que no hay cosa mejor que un solomillo, se destruyeron miles de toneladas de carne en toda Europa. Recuerdo que corrió el rumor de que Corea del Norte pidió que les enviáramos la carne contaminada pues ellos no le hacían ascos.

Lo mismo ocurrió hace tres o cuatro años, cuando la Gripe porcina o Gripe A colapsó miles de hospitales con pacientes que tenían los síntomas de una gripe que venía de América. Se compraron millones de vacunas. Se movilizó al personal médico de todo el país, y se colocaron sistemas de desinfección de los puertos y aeropuertos de entrada.

Nada. La Gripe A era una gripe más.

¿Valió la pena todo ese gasto?

Sí, porque ante las epidemias, cualquier protocolo es pequeño. Nunca se sabe en qué puede degenerar.

El Ebola es un virus mortal. Más mortal que otros. Un arma biológica que se puede convertir en arma de destrucción masiva. Una de las formas de pararlo es convertir el planeta en lo mismo que un barco: en compartimentos estancos. Cerrar las compuertas para mantenerlos estancos.

Sea una persona o cien, hay que aplicar ese protocolo. Con ello se evita que sean cien, mil o cien mil. ¿Cuánto puede costar? No lo sé.

Si aún tienen dudas, les recuerdo que rescatar a cuatro cooperantes españoles que estaban en manos de AQMI, la rama de Al Qaida en el Sahara, nos costó más de ocho millones de euros. ¿Alguien se quejó? ¿Alguien les pasó la factura?

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