Queremos políticos como Daniel: no tiene ideología pero resuelve los problemas

Uno de los defectos de los partidos políticos es que se aferran a sus amuletos y sus creencias, antes que buscar las soluciones más eficaces.

La prueba es que el joven alcalde de Monheim, un pueblo alemán de 43.000 habitantes, ha logrado saldar las deudas y ahora cuenta con unos ahorros de 130 millones gracias a que no pertenece a ningún partido y no profesa ninguna ideología.

El chico se llama Daniel Zimmermann y desde 2009 está en su modesto despacho tomando decisiones para el bien común. Logró dar la vuelta a las cuentas con una decisión muy sencilla: bajar los impuestos a las empresas.

Gracias a ello, muchas empresas han decidido instalarse en la ciudad. Con ello recauda más dinero debido a que aumenta el empleo, y con el dinero de los impuestos generados con esa nueva riqueza monta guarderías gratuitas y auditorios de música.

Es la conjunción del modelo de libre mercado, con el modelo del estado de Bienestar.

¿Y cuál es la ideología de Daniel? "Bueno, tenemos que pensar hasta qué punto las ideologías ayudan a gestionar un municipio o son un obstáculo para hacerlo. No creo que los ciudadanos quieran elegir un alcalde con determinada ideología por encima de la posibilidad de elegir un alcalde que resuelva problemas", dice en una entrevista a la corresponsal de El Mundo.

Es una respuesta estupenda. No necesitamos políticos aferrados a sus prejuicios ideológicos, sino políticos que resuelvan nuestros problemas basados en el sentido común.

En España, se critican medidas y decisiones por los motivos más estúpidos: a) porque los ha tomado un partido que no es el mío, b) porque en mi manual ideológico dice que estado de bienestar significa gasto y quiebra, c) porque mi vocabulario afirma que 'libertad de mercado' o 'bajar impuestos', es una medida que solo ayuda a la plutocracia. d) sencillamente porque ese político me cae mal.

Esa es la forma de pensar de la mayoría de las personas que se sienten orgullosas de tener una ideología y votar a su partido. Pero, ¿no es un poco absurdo?

Tener una ideología ayuda a compartir principios y actitudes. Eso es normal. Pero cuando la ideología ciega el sentido común (y el bien común), entonces ya es una enfermedad.

Por cierto, a Daniel Zimmermann le votó el 95% de los ciudadanos en las últimas elecciones. ¿Qué político o alcalde español tiene esa tasa de éxito? La cadena RTL lo llama 'míster 95%', porque ni en Alemania se da esa tasa de apoyo popular.

Por si les interesa, aquí está la página web de Daniel y su alcaldía (en alemán). He sacado la foto superior de esa página.

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