La crisis sería peor si no existiera el altruismo y la solidaridad de los españoles

Hace poco vi un video de cámara oculta que trataba de conocer el comportamiento espontáneo de la gente ante una persona que está tirada en el suelo  aparentando sentirse mal. Se grabó en una calle de Moscú y otra de Nueva York,

Los moscovitas ni le hacen caso. Los neoyorquinos se acercan a ayudarle. ¿Se imaginan qué hubiera pasado en cualquier gran ciudad española? Que lo hubieran llevado a un hospital, o le habrían dado consuelo, o se habrían quedado con él  hasta que se recuperase.

Uno de los mejores rasgos del español es la bondad natural, la solidaridad, el altruismo.

Con la excusa de la crisis, el Estado ha dejado sin protección de los más débiles, y ha desamparado a los más pobres. Pero parte de eso lo ha suplido el altruismo ciudadano a través de ONGs, de donaciones al Banco de Alimento o a Cáritas, o de propia iniciativa. Las donaciones a Cáritas han aumentado, así como el número de voluntarios, según la memoria de esta ONG.

Los españoles también se han movilizado para impedir desahucios y hasta se han acercado a los centros de acogidas de refugiados para llevar bolsas de comida.

Incluso a nivel de asistencia hospitalaria, se ha notado el altruismo de los españoles.

Esta semana se ha sabido que España sigue estando a la cabeza del mundo en transplantes de órganos. Con 4.279 trasplantes y 1.655 donaciones de órganos en 2013, Espala ha batido bate su propio récord. Como saben, por ley está prohibido vender órganos. Esas donaciones proceden de decisiones personales y altruistas.

"España tiene una tasa de 35,3 donantes por millón de personas, superando la de la UE (19,5) y la de EE UU (25,8). Además el 14% de todos los trasplantes en Europa y el 4% de todos los del mundo se realizan en España, segun datos del Ministerio de Sanidad", decía una noticia de radiocable.

Estoy seguro de que esta crisis estaría siendo peor si no fuera por esa solidaridad ciudadana.

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