¿Le podría pasar esto a Repsol en Canarias?

En 2010, una de las plataformas de BP en el golfo de México estalló y causó la muerte a 11 operarios.

La mancha de petróleo se extendió por las aguas circundantes y causó un desastre natural de portentosas dimensiones. No solo anegó las costas con una espesa mancha negra de petróleo, sino que afectó a la fauna de la zona.

Hoy, BP se enfrenta a los tribunales por esa negligencia. Una información reciente de The New York Times calculaba que la firma británica podría pagar una multa de 18.000 millones de dólares.

¿Le podría pasar esto a Repsol en Canarias?

La compañía española tiene permiso para hacer prospecciones cerca de las islas, donde se ha detectado una bolsa de fósiles bituminosos. Las prospecciones deben servir para conocer la profundidad de la bolsa, la cantidad almacenada y saber si vale la pena extraerla.

Mirando lo que ha pasado en el golfo de México, el gobierno de Canarias se niega a que Repsol continue por ese camino. Canarias vive del turismo. Un accidente en una plataforma en medio del mar, como la de BP, podría arruinar la gran fuente de ingresos de las islas.

El turista que va a Canarias, además, es de origen alemán. Los alemanes son en estos momentos el país más sensible al cuidado de la naturaleza hasta el punto de que han invadido su país con toda clase de energías verdes, desde aerogeneradores hasta placas solares.

Pero lamentablemente, dependemos mucho del petróleo. Es una materia prima vital para las economías occidentales, sobre todo para e transporte.

A todos los países les encantaría tener una bolsa de petróleo bajo sus tierras o sus aguas. Noruega, que era un país bastante pobre, logró encontrar una bolsa en los años 60 del siglo pasado, y hoy gracias a esa materia prima, ha conseguido un alto nivel de vida. Y ha conseguido independencia energética.

Por eso Repsol trata de depender cada vez menos de los suministros exteriores explorando la posibilidad de extraerlo de donde sea: de Canarias o de las islas Baleares.

Es decir, el caso de Repsol en Canarias no solo es el enfrentamiento de dos intereses -el de una compañía petrolera y un gobierno local-, sino que es un desafío estratégico de todo un país que busca depender menos del petróleo extranjero. Se calcula que los yacimientos de Canarias podrían suponer un 10% del consumo español. España se podría ahorrar 30.000 millones de euros en 20 años. Eso es mucho.

¿Vale la pena el riesgo?

Es muy fácil decir que sí vale la pena porque uno siempre es optimista y piensa que no va a haber accidentes como el del golfo de México. Pero un accidente no solo podría castigar a la compañía española con una multa inimaginable, sino que arruinaría durante un tiempo la economía canaria.