Perfil del universitario: joven frustrado dispuesto a trabajar... en tienda de ropa

La tortilla se ha dado la vuelta. Tener estudios universitarios no sirve para encontrar empleo cualificado rápidamente.

Al final, los licenciados universitarios se desesperan y acaban rellenando formularios para entrar en cadenas de ropa, se ponen a trabajar de camareros o emigran.

¿Pero no teníamos claro que la educación de alto nivel era la salida?

Muchos países han logrado ser más competitivos porque hace mucho tiempo reformaron su sistema educativo y apostaron por fabricar ingenieros, arquitectos, médicos… Taiwán, Singapur, Finlandia.

Sí, la idea es buena. Y sigue siéndolo. Pero ¿tantos licenciados?

Las universidades públicas, privadas, presenciales o a distancia han proliferado en los últimos 20 años por todo el país con planes que no se ajustaban a lo que en el futuro iba a demandar la sociedad.

Por eso, somos uno de los países con mayor tasa de estudiantes universitarios y con mayor paro juvenil.

Eso quiere decir que hemos fallado. Los tiros no iban por ahí. Los tiros iban por la Formación Profesional, es decir, por preparar a buenos técnicos en todos los sentidos y en todas las industrias.

Según Addeco, las 10 profesiones más demandadas en la FP son las relacionadas con la fabricación mecánica, la electricidad y electrónica, la administración, la informática, los servicios la hostelería y turismo, la sanidad, el mantenimiento de vehículos, el comercio y el marketing y la química. Y además, son jóvenes que salen con un alto nivel práctico.

Pero la FP estuvo devaluada durante mucho tiempo. Ahora, resulta que hay más estudiantes en la FP que en el bachillerato, y que encontrar una plaza en una escuela de FP es casi imposible.

Planificar el sistema educativo de un país es algo que se debe hacer pensando en el largo plazo. Hemos tirado millones de euros en formar estudiantes universitarios para profesiones que, desde hace años, ya se sabía que iban cuesta abajo.

Sé que no es fácil planificar con exactitud las profesiones más necesitadas de aquí a diez años. Pero basta ver la evolución de la tecnología y de las costumbres de los consumidores, para tener un porcentaje de aciertos razonable.

¿Alguien ha hecho esa tarea?