Artur Mas, al Club de la Comedia

Hacía tiempo que no contemplaba una rueda de prensa tan confusa. La vi en directo por streaming.

Artur Mas convocó a los medios por la mañana para informarles sobre la consulta del 9N. ¿Suspendería esa especie de referéndum no vinculante sobre la independencia de Cataluña para el 9 de noviembre?

Todos daban por hecho que lo iba a desconvocar porque no había entendimiento con otros partidos políticos catalanes y porque el Tribunal Constitucional lo había suspendido.

A esa misma hora, en Madrid, Rajoy inauguraba un seminario organizado por Financial Times y se alegraba de que Mas suspendiera la consulta del 9N. "Es una excelente noticia", decía.

Cuando Mas se puso en el atril a hablar, los periodistas se quedaron boquiabiertos. La consulta se iba a realizar, pero como el proceso era ilegal, entonces el gobierno catalán organizará un 'proceso de participación'. ¿Un qué?

Se hará de la siguiente manera: "Habrá mesas, habrá urnas y habrá papeletas. Movilizaremos a más de 20.000 voluntarios para las mesas y los locales, y pediremos la colaboración activa de entidades asociativas y los ayuntamientos, los 920 que dieron apoyo al derecho a decidir", dijo.

Como estas cosas hay que hacerlas con el Boletín Oficial por delante, ¿qué base legal iba a mostrar ante los catalanes para hacer eso?

Mas dijo que la Generalitat contaba con otros "marcos legales preexistentes que nos dan competencia en materia de participación ciudadana". ¿Marcos legales? ¿Cuáles?, se preguntaron los periodistas.

Aquí vino lo mejor porque Mas se encogió de hombros como dejando la respuesta en el aire. Enigma. No quería revelar su jugada.

¿Y es así como el presidente de la Generalitat informa a los catalanes? ¿Con enigmas?

Un periodista calificó esa nueva consulta de simulacro. Más bien es una tomadura de pelo.

Pero ahí no acabó el asunto: Mas afirmó que esta consulta del 9N en el fondo es provisional, porque espera convocar unas elecciones, consensuar un programa con otros partidos, presentar una lista única y convertir esa cita en un plebiscito, es decir, en el verdadero referéndum.

Sólo le faltó decir: "Saben aquel que diu..." y estrenarse en el Club de la Comedia.

Al final, se ha hecho tal lío el presidente catalán con la consulta que a este paso va a convocar el 20N.

La cara de los periodistas extranjeros en la rueda de prensa reflejaba estupor. Sobre todo porque la mayoría de ellos habían titulado unas horas antes que Artur Mas había decidido 'to call off the referéndum' (suspender la consulta). Horas después, Mas decía que seguía, pero que no era una consulta, sino más bien una participación, es decir...

Imaginen a David Cameron o a Angela Merkel tomando el pelo de esa forma a los ciudadanos. Hasta la prensa latinoamericana calificó esa extraña consulta de 'aguada'.

Nadie sabe bien qué va a pasar el 9N. Para los periodistas va a ser uno de los días más ajetreados del año. No sé si el más cómico.

Seguir a @ojomagico