Artur Mas en Dodge City

En 1939 Michael Curtiz dirigió la película Dodge City que en España se tradujo como Dodge, ciudad sin ley.

Es una ciudad que está dominada por un cacique y su banda. No respetan la ley. Un día llega un señor (Errol Flyn), quien es nombrado sheriff para que imponga el orden y la ley.

Desde este domingo, algo parecido puede pasar en Cataluña. El jefe local, Artur Mas, se quiere saltar la ley. La ley es la Constitución nada menos. Uno de sus artículos establece que una comunidad autónoma no puede celebrar referéndums por su cuenta.

Dado que saltarse la Constitución es una cosa muy grave, al menos en Occidente, Artur Mas ha ideado una argucia que parece de niños: dice que en realidad no es un referéndum. Que es una consulta. Vamos, como si fuera una romería o una manifestación en defensa de los delfines.

Pero, claro, si es verde como una lechuga y sabe a lechuga, seguramente será una lechuga. Eso es lo que dice el Gobierno de este país: Artur, tío, eso es un referéndum.

Rajoy ha intentado hasta el último momento convencer al gobierno catalán para que no movilice ni funcionarios, ni establecimientos públicos ni nada que facilite un referéndum ilegal.

Pero como Artur Mas quiere seguir hasta el final, va a dar la impresión de que en Cataluña se pueden saltar las leyes. Así de fácil. Es decir, que si dentro de unos meses un alcalde se salta la ley en Cataluña, Artur Mas no tendrá ninguna justificación moral para condenarle porque él mismo se ha saltado la ley como el cacique de Dodge City.

¿Qué va a pensar un inversor extranjero de una comunidad donde el máximo político se salta las leyes? Pues que no le ofrece garantías jurídicas a su inversión.

¿Qué van a pensar los jueces en Cataluña? Pues que si te saltas la Constitución, te puedes saltar también el código de circulación o la ley de costas.

¿Qué van a pensar los catalanes? Que si el president se salta la ley máxima, por qué ellos no se van a saltar  la normativa sobre impuestos. O el código penal.

Artur Mas se ha metido en un lío, y en lugar de reconocer que no te puedes saltar las leyes, las ha esquivado con unos argumentos que serán dignos de estudio en las facultades de Derecho.

Por cierto, en inglés, dodge significa eso: esquivar.

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