OPINION

Lo 'hombres de negro' trabajan para cambiar la Constitución

Desde hace más de un año, un grupo de expertos se viene reuniendo para estudiar qué es lo que se puede cambiar de la Constitución.

Estos 'hombres de negro', por llamarlos sin ánimo de ofensa,  han pasado desapercibidos. Están coordinado por el diputado socialista Diego López Garrido, catedrático de Derecho Constitucional, quien desde sus columnas en El País ha insistido en reformar la Carta Magna.

Se han reunido periódicamente en la Universidad Complutense y han estudiado hasta la última coma de la Carta Magna: la financiación autónoma, los Derechos Fundamentales (incluir la Sanidad), la incorporación del Derecho Comunitario, la reforma del Senado (han estudiado especialmente el Bundesrat alemán), la relación Estado-Autonomías...

El grupo de trabajo ha estado compuesto por un equipo fijo de unas 15 personas, pero por las reuniones han pasado muchos intervinientes, desde catedráticos de derecho constitucional hasta expertos en derecho financiero.

Para que vean la variedad de las personas que han pasado por allí, unos expertos proceden de la Fundación Konrad Adenauer (cristiano demócrata) y otros  de la Fundación Alternativas (PSOE).. Ninguno de ellos ha cobrado un solo euro. Se han pagado hasta las comidas.

Su informe final está prácticamente saliendo de las imprentas, concretamente de la editorial Aranzadi. Es solo un informe. Servirá para el debate, justo ahora que parece que estamos en un final de ciclo.

Tampoco es el único informe que se está preparando en estos días porque creo que Thomson-Reuters va a presentar otro. Pero si algo está claro es que la Constitución de 1978 está un poco acartonada.

Por ejemplo, me decía una persona estrechamente relacionada con esos trabajos, que en la Constitución de 1978 se hablaba de la soberanía de la moneda nacional cuando ya no tenemos ni la peseta, ni la soberanía sobre la moneda. Tampoco se había integrado el derecho comunitario, que es quien nos dicta ahora las normas, desde cómo plantar viñas, a cómo cuál debe ser nuestro déficit.

En la Carta Magna de 1978 se hablaba por ejemplo de los procesos pre-autonómicos, y desde entonces ha habido tormentas políticas como la reciente consulta catalana.

Una de las cosas que han querido dejar clara los expertos es la relación entre el Estado y las autonomías. No es que vengan con una solución mágica, pero el trabajo final afronta la reordenación de cuestiones fundamentales, según me reveló uno de los intervinientes.

Algunos políticos de comunidades autónomas están esperando el pistoletazo de salida de los cambios constitucionales para exigir más autonomía, más federalismo y más dinero. Pero como me decía un experto constitucional, España es un país que ha concedido a sus autonomías un grado de libertad y de autofinanciación que no tienen ni los landers alemanes. Ni Escocia. Por ahí, poco más se puede avanzar.

Los cambios sugeridos por este grupo de trabajo temo que no van por ahí, aunque no he visto el texto definitivo,

¿Es un drama reformar la Constititución? Ya lo hicimos levemente hace un par de años, al aprobar que el estado no podían tener un déficit estructural mayor que el establecido por la UE. Gracias a eso, se logró detener la caída del euro y el rescate de España (aunque ahora el secretario general del PSOE quiere suprimir ese artículo).

Insisto: no es un drama cambiar la Constitución.

La Constitución de los EEUU se aprobó en 1787 y desde entonces, ha metido más de 40 enmiendas, algunas tan importantes como la primer enmienda que habla de libertad de expresión. Casi nada. Esa enmienda se aprobó en 1791. La última enmienda en 1992, hace 22 años.

Pero ahora se abre un periodo en que van a haber muchos informes como este. Quizá este sea el primero elaborado por personas de altísima preparación. Lo importante es lo que van a hacer los políticos con esos informes.

Y sobre todo, cómo van a negociarse los cambios de la Constitución. El objetivo central debería ser mejorar y asegurar las condiciones de vida de los españoles y garantizar la convivencia de todos. Y hacerlo pensando que somos parte de la Unión Europea, y que el mundo se enfrenta a desafíos brutales y fascinantes en este siglo.

Seguir a @ojomagico

Mostrar comentarios