OPINION

El mejor regalo que recibe un niño no es la educación sino algo parecido

Muchos pensarán que el mejor regalo que un niño puede recibir de sus padres es la educación.

Lo es. Pero yo estoy pensando en otro tipo de educación: no me refiero a la educación básica o secundaria, tampoco a la universitaria o de formación profesional. No me refiero a la educación activa.

Me refiero a la educación pasiva. Es una educación que no se enseña en los colegios, ni en las universidades: En realidad no se enseña: se observa.

Los niños aprenden pasivamente observando a sus padres. Es una enseñanza silenciosa pero se pone en marcha en los comportamientos espontáneos de la vida cotidiana, a la hora de comer y cenar, viendo la televisión y hasta en la calle.

Yo lo resumiría en una serie de observaciones:

Cómo se tratan papá y mamá.

Cómo discuten.

Cómo afrontan sus desavenencias.

Cómo se han enfrentado a la crisis.

Qué comentan delante de mí cuando ven los telediarios.

Cuando comemos, ¿discutimos o dialogamos?

Cuáles tareas me asignan en casa.

Cómo escuchan mis ideas.

Cómo me transmiten sus ideas y creencias.

Cuando se equivocan, ¿lo admiten?

Cómo y cuándo son agradecidos.

Cómo piden las cosas.

Cómo me enseñan a gastar/ahorrar dinero.

Cómo me ayudan a conocer quién soy.

Cómo se comportan en la calle, en la vida cotidiana.

Cómo respetan las leyes de circulación.

Cómo respetan el código social ante colas, pasos de peatones, cines...

Creo que hay muchas observaciones más. Esta educación es especialmente eficaz cuando los hijos empiezan la adolescencia, pues los consejos directos tienen a entrar por una oreja y salir por la otra. Pero siguen observando.

http://youtu.be/LSZ2WUtiezI?list=FL1a3cMjQP3SABKuDRvEx5eA

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Es algo que siempre he comentado con mis amigos hasta que un día vi un video que lo resumen bastante bien (arriba).

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