Poco antes de las elecciones de 1982, el ambiente que se respiraba en España era muy parecido -exageradamente parecido-, al que hoy se respira en un año electoral.
Estas son las coincidencias.
-El viejo régimen. Los políticos más jóvenes atacaban, denunciaban y se reían de los políticos franquistas que habían gobernado el país durante 40 años a los que llamaban el Viejo Régimen, la caverna, y el búnker. Los políticos de Podemos de hoy los llaman 'la casta'.
-El carismático. Había surgido una figura política representada por Felipe González, buen orador, hombre con carisma y hasta atractivo. Pablo Iglesias es muy buen orador y polemista, tiene carisma y a muchas mujeres les parece atractivo.
-El programa de izquierdas. La coincidencia más clara es que el PSOE tenía un programa de izquierdas que ha sido casi calcado por Podemos: aumento de pensiones, nacionalización de la banca, salida de la OTAN, aumento de impuestos a los ricos...
-Elector joven. El PSOE captó sobre todo a los jóvenes de la generación del baby boom, gente llena de ilusión, que no había sufrido la guerra civil y que estaba dispuesta a experimentar y a cambiar. Podemos ha captado a un público joven que está sufriendo desempleo y que no tiene lazos con la Transición, y que está dispuesta a votar a lo nuevo y arriesgarse.
-Marxistas-leninistas. El PSOE estaba trufado de abogados, profesores, ideológos y militantes que (clandestinamente en la universidad) habían estudiado a Marx y a Lenin, admiraban el régimen cubano y el Chile de Salvador Allende, y que esperaban hacer la revolución pendiente en España. Podemos está lleno de profesores marxistas (de la Facultad de Política de Madrid) que confiesan su admiración por Cuba y Venezuela.
-Vestimenta y actitudes informales. Felipe era aficionado a las chaquetas de pana, como contraste al estilo militar o a los trajes de oscuros de los franquistas e incluso de UCD. Tenía el pelo más largo de lo normal y terminaba sus mítines con el puño en alto. La informalidad es una norma de Podemos: su líder usa coleta y no lleva corbata, lo cual le ayuda a distinguirse de 'la casta'. Suele terminar sus mítines levantando el puño.
-Búsqueda de centro. El PSOE se dio cuenta de que el término marxista no tenía muy buena imagen y en un congreso de partido acabó por sacar esa palabra del ideario y tratar de conquistar al del centro político. Podemos también se ha dado cuenta de que el marxismo es un inconveniente y por eso ahora evitan esa palabra (como mucho se llaman marxianos) y hablan de conquistar 'el centro del tablero'.
-Antiliberales. El PSOE de González prometió corregir los desmanes de la banca por aplicar una 'política liberal'. Podemos de Pablo Iglesias promete arremeter contra el neoliberalismo.
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