OPINION

La cartilla de racionamiento cumple 52 años en Cuba: y sigue, sigue, sigue...

libreta de racionamiento
libreta de racionamiento

El 12 de julio de 1963 Fidel Castro implantó en Cuba la cartilla de racionamiento (la llaman libreta de racionamiento).

¿Y en qué consiste?

En una libreta, donde el empleado de una bodega (tienda) anota lo que cada cubano compra al mes. Y tiene un límite. Es este.

5 huevos

5 libras de arroz (más de dos kilos)

½ libra de aceite (un cuarto de litro)

1 paquete de café mezclado con chícharo tostado (100 gramos)

3 libras de azúcar blanca (1,2 kilos)

1 libra de azúcar morena (menos de medio kilo)

½ libra de frijoles (un cuarto de kilo).

1 Kg de sal cada 6 meses.

1 caja de fósforos (cerillas)

1 libra de pollo al mes (medio kilo).

¾ de libra de “pollo por pescado” (eso quiere decir que antes había pescado, pero ahora se sustituye por más pollo).

El salario medio de un cubano son 20 euros. Un euro equivale oficialmente a 25 pesos. En el mercado negro puede ser el doble.

Como la cartilla no da para comer decentemente, los cubanos se dedican a 'resolver'. Ese verbo podría traducirse por 'buscarse la vida', es decir, conseguir productos en el mercado negro pagándolo con dólares obtenidos en el mercado negro, o con otros productos.

Los productos que entran al mercado negro son los que los propios cubanos han sustraído al estado (la otra cara de 'resolver'). Puesto que todos trabajan para el estado, lo que hacen es robar papel, habanos, o comestibles, e intercambiarlos en el mercado negro.

El estado lo sabe, pero hace la vista gorda. En realidad es una forma de pagarles en especie.

Según cuenta el bloguero Yusnaby Pérez, las mujeres de 10 a 55 años tienen que inscribirse en una cosa llamada  'censo de íntimas', que les permite comprar 10 toallas sanitarias al mes. Los padres con hijos pequeños pueden comprarles leche hasta que cumplen 7 años. Luego, que se olviden.

Las libretas no permiten comprar donde uno quiera. Cada cubano tiene asignada su bodega. Si intenta comprar en otra, se lo impiden. Hasta el pan está racionado. 80 gramos por persona y día (ver foto de arriba sacada de blog de Yusnaby Pérez).

Los turistas que pasean por Cuba tienen acceso a tiendas bien suministradas de productos. Son las TRD (Tiendas de Recaudación de Divisas).  Los productos son mucho más caros que en la calle. Solo ahí se consiguen pasta dental, carne, papel higiénico.. Se compran en divisas o en unos pesos llamados 'convertibles', que valen tanto como el euro.

Los cubanos que reciben divisas del exterior sí pueden comprar en esas tiendas. Los cubanos que solo viven de su salario deberían reunir tres meses de paga para acceder a un kilo de carne de res en estas TRD si logran adquirir pesos convertibles. Si no, tienen que limitarse a lo que les permite la cartilla.

Este verano, la cartilla cubana de racionamiento cumplirá 52 años.

Hace unos días, el gobierno de Nicolás Maduro impuso la cartilla de racionamiento digital en Venezuela. Se llama captahuellas. Es un aparato que lee la huella del dedo pulgar y establece cuánto puede un venezolano comer en un periodo determinado. Uno de los últimos logros del socialismo chavista.

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