OPINION

Maduro cumple sus amenazas: las empresas españolas se arruinan en Venezuela

maduro amenaza
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Venezuela's President Nicolas Maduro speaks during a national broadcast at Miraflores Palace in Caracas, February 16, 2014. Maduro said on Sunday he had ordered the expulsion of three U.S. consular officials who he said had been conspiring against his gov

El presidente de Venezuela Nicolás Maduro ha amenazado varias veces a las empresas españolas. Bravuconadas, pensaban muchos.

Ni mucho menos.

Las empresas españolas están sufriendo mucho en Venezuela. La última es Mapfre, la mayor empresa española de seguros: la devaluación del bolívar supone un impacto de 266 millones en sus cuentas. Es decir, tienen que descontar eso de sus fondos, lo que se llama reducir el valor en libros. Su empresa en Venezuela vale menos.

Así con todas.

Telefonica, Iberia, Air Europa, Gas Natural, Duro Felguera... El número de empresas españolas en Venezuela es inmenso. Han llevado riqueza, modernidad, al país. Han creado miles de puestos de trabajo. Han ganado dinero, sí, mucho dinero. Pero desde hace años, se sienten como tener al Orient Express con todo su lujo, en una vía muerta. No le sacan un céntimo. Todo se queda allí.

Es una situación tragicómica porque además, con una una inflación del 70%, y con la devaluación, se ven obligadas por las normas contables a ajustar el valor de su patrimonio constantemente.

¿Cuál ha sido el impacto? Unos 10.000 millones de euros en los últimos cinco años según informaba El Confidencial. El BBVA, por ejemplo, ha tenido que asumir una devaluación de su patrimonio de 1.447 millones de euros. Es el impacto de los tipos de cambio. Pero también el riesgo país.

En cualquier momento, un roce con la diplomacia española puede suponer la expropiación.  Maldita la hora, se habrán dicho más de uno.

Pero Maduro sabe que también necesita a las empresas españolas. Están en sectores clave. Ya ha sufrido la experiencia de expropiar y expulsar multinacionales, y encontrarse que los sustitutos no saben cómo se gestiona una mina, una empresa de electricidad, o una tostadora de café. Un caos.

Lo cual crea escasez, y provoca más subidas de precios, que a su vez, obliga a importar productos, y nace la posterior tensión sobre la moneda hasta que el gobierno aprueba devaluaciones y más devaluaciones.

En Venezuela hay tres tipos de cambio. Tres. El dólar se cotiza a 6 bolívares (productos básicos), 12 bolívares (industrias importadoras) y luego a un aberrante cambio libre (entre comillas) de 200 bolívares. Luego está el mercado negro cuyo precio se acerca a los 300 bolívares por dólar.

Un verdadero 'case study' de cómo arruinar la economía del país con más petróleo del universo. Eso es Venezuela. El experimento chavista ocupará un largo capítulo en los libros de historia económica: el país con más petróleo del planeta, con minas de oro, hierro y aluminio, costas paradisíacas, tierras feraces y un clima estupendo es uno de los más ruinosos del planeta.

Si alguien piensa todavía que el chavismo ha traído la prosperidad, es que está pegado todo el día a los videojuegos: a los videojuegos ideológicos.

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