OPINION

Ana Botella: ¿qué ha hecho bien esa alcaldesa que cae tan mal?

ana botella
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El próximo fin de semana son las elecciones municipales. Ana Botella, la alcaldesa actual, no se presenta. Es el fin de su mandato.

¿Qué ha hecho bien? ¿Qué ha hecho mal?

Partamos del siguiente punto: ser responsable de cualquier gran alcaldía de España desde que estalló la crisis es un papelón..¿Por qué? Porque la actividad económica en todo el país ha decaído: menos recaudación, menos dinero para sostener los servicios, más pobreza...

Las alcaldías han tenido que ir tirando con menos presupuesto y como no obtenían dinero, muchas se han visto obligadas a endeudarse.

Cuando Ana Botella fue nombrada alcaldesa heredó una deuda espectacular del anterior alcalde Alberto Ruiz Gallardón: 6.377 millones de euros. En 2013 la deuda había crecido hasta casi 7.000 millones de euros.

¿Qué ha hecho bien?

-Contener y rebajar la deuda. Esa deuda fue rebajada hasta 5.936 millones de euros. Muchos dirán que no es para tirar cohetes. Pero deberían saber que llegó a rozar los 7.000 millones de euros. Hoy la deuda está a niveles previos a la crisis (2007) y en relación al PIB, es la alcaldía de una gran ciudad con menos deuda: un 4,8% de su PIB.

-Eliminar la tasa de recogida de basuras. La impuso Alberto Ruiz-Gallardón en 2009. Suponía emitir unos dos millones de recibos y recaudar 130 millones de euros. Desde este año ya no se cobra.

-Facilidad para montar empresas. La alcaldesa prometió agilizar los trámites y hacerlos más telemáticos. Con la coordinación de la Cámara de Comercio y el Colegio de Notarios, en menos de 15 días se puede montar una empresa. Es algo que me consta por personas que conozco.

-El segundo gran parque de Madrid. En abril se abrió el parque de Valdebebas. El segundo en extensión después de la Casa de Campo. Quien lo haya visitado se sorprenderá del diseño, la ventaja para ciclistas y peatones.

-La investigación de Cervantes. La alcaldía puso unos 130.000 euros para descubrir los huesos de Cervantes. El final fue algo confuso porque no se pudo afirmar al 100% que los huesos encontrados fueran de Don Miguel, pero por lo menos le dio el impulso definitivo al proyecto iniciado por el historiador Fernando de Prado. Con el tiempo, ese descubrimiento se convertirá en ingresos para Madrid.

-BiciMad. Resulta un poco arriesgado ir en bici por Madrid pero cada vez hay más aficionados. Así que la alcaldesa inauguró el servicio el año pasado y funciona.

-Menos delincuencia. Parece increíble que con la crisis los datos de la delincuencia hayan caído en la capital: menos robos, menos drogas, menos sustracción de vehículos, menos hurtos, menos violencia... Así lo confirma este informe del Ministerio de Interior.

-Nuevos parquímetros. Costaba un poco acostumbrarse pero al final han resultado ser más eficientes que los anteriores. Ahora se puede estar más tiempo aparcado.

En contra

-Dedazo. A muchos madrileños les molestó el hecho de que fuera nombrada alcaldesa por sustitución. El alcalde fue nombrado ministro y corrió el turno. No es ilegal pero...

-Caso Madrid Arena. Ha sido su mayor agujero. Un encadenamiento de falta de previsión y de control, unido a los hábiles manejos con la alcaldía de un empresario sin escrúpulos produjeron la muerte de cinco chicas por aplastamiento y asfixia en el recinto de Madrid Arena durante un concierto. Los madrileños nunca lo perdonarán.

-Mala comunicación. Por mucho que intentase mejorar, Ana Botella era una mala comunicadora. Sus gestos, sus palabras, sus formas... Por eso se convirtió en motivo de inspiración de columnistas vitriólicos que la insultaban, se reían y la aplastaban. Si uno lee esas columnas a fondo, se da cuenta que atacan a la persona, pero no a sus obras. Pero las encuestas le daban cada vez menos puntos. Llegó a caer mal hasta a los miembros de su propio partido.

Un momento, ¿y el relaxing cup de café con leche?

El discurso de la alcaldesa en Buenos Aires, todo el inglés, defendiendo la candidatura de la capital como ciudad olímpica, produjo consternación en muchos madrileños y en España por su mala pronunciación y por su infantilismo. A mí ni me consternó ni me avergonzó. Seamos honestos: así es como hablan inglés el 90% de los españoles que dicen que habla inglés.  (Esto es lo que escribí entonces).

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