OPINION

¿Estaban tan locos nuestros políticos cuando hicieron obras públicas 'inútiles'?

aeropuerto castellon
aeropuerto castellon

Hace unos años, un equipo de lainformacion.com se acercó al aeropuerto de Castilla La Mancha para hacer un reportaje de video. Era como hacer una película de zombies: no había vida humana sino espectros.

Las salas de espera estaban casi vacías. No había coches en el aparcamiento. Apenas había gente atendiendo en los mostradores. Solo salían un par de vuelos (entonces todavía había vuelos), por lo que el aeropuerto solo tenía actividad un par de horas.

http://youtu.be/m9uMcLtcns8

El aeropuerto de Castilla La Mancha costó 450 millones de euros. Hoy sale a subasta por mucho menos dinero. Una ruina.

En la Edad de la Codicia, se despilfarraron millones de euros en obras públicas con poca utilidad pública: aeropuertos, puentes, rotondas, radiales, monumentos...

Pero ahora voy a decir una barbaridad: por lo menos se hicieron cosas. En otros países ni siquiera eso.

Desde que entramos en el Mercado Común en 1985, los políticos españoles se dedicaron a hacer obras públicas a mansalva. Tenemos autopistas, autovías, trenes de alta velocidad, infraestructuras portuarias y aeroportuarias, comunicaciones viales soterradas o de superficie, pavimentaciones, senderos forestales, zonas verdes... De lo mejor de Europa.

Además, desde 1985 se ha logrado la reindustralización de zonas deprimidas, la modernización de la agricultura, y hasta la modificación de cultivos.

Gran parte de eso se ha hecho con fondos del resto de la UE. La otra parte con fondos públicos españoles.

¿Adónde quiero llegar?

A lo siguiente: por lo menos hicimos cosas. Algunas absurdas, sí, como poner un aeropuerto en medio de un páramo o la Ciudad del Medio Ambiente en Soria. Pero otras no tanto. Las radiales que entran en Madrid tendrán en pocos años un uso masivo, a medida que se recupere la economía. Cada vez se venden más coches.

El aeropuerto de Castellón también será útil porque está a pocos kilómetros de una playa y España es un país que vende sol y playa. Las rotondas quizá tengan monumentos ridículos, pero son una de las mejores formas de ordenar el tráfico y evitar accidentes.

Es decir, los españoles construyeron cosas con el dinero que teníamos o que nos dejaron. Los griegos, a pesar de que entraron en la UE en 1981, no construyeron casi nada. La mayor parte del dinero se esfumó.

Recuerdo unn reportaje realizado por TVE sobre Grecia, en el que una familia de agricultores explicaba que el dinero de la UE se lo gastaron en comprar un BMW, neveras y otras cosas. Pero el dinero era para modernizar sus cultivos no para adquirir coches.

En España al menos las obras están ahí. Eso significa que muchas de ellas nno las tendremos que hacer en el futuro. Nos adelantamos algunos años, es verdad, pero muchas de ellas no son tan inútiles.

Gran parte de ellas se hicieron con sueños de grandeza. Pero se hicieron.

Hace poco estuve en Bogotá y una de las conversaciones más habituales era el metro que lleva planificándose años, que se ha llevado millones de pesos, y que todavía no se ha iniciado. La ciudad sigue siendo un caos de circulación y todavía no tiene metro. Eso es mucho peor.

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