OPINION

A Podemos no le funcionó su brillante maquinaria electoral porque mentían

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“Tío, no lo entiendo: estos son los que han usado a la oficina antifraude para echar porquería sobre otros partidos; son los que han montado la Gúrtel, son los que se han llevado comisiones en Valencia; los corruptos… Y encima les votan aún más”.

Eran un grupo de jóvenes reunidos por la noche en la plaza del Reina Sofía de Madrid, el sitio escogido por Unidos Podemos para estas elecciones. Todos comentaban lo mismo.

Yo estaba a su lado y la verdad, tampoco lo entendía. Es más, habría añadido que estos tíos del PP son los que han hecho la peor campaña política, los que tienen menos carisma, los más muermos, los… Eso y más.

Había allí reunidos varios miles de jóvenes y todos estaban callados. Parecía un funeral. Ha sido un palo para Unidos Podemos.

Las encuestas y los analistas se equivocaron. Yo también pensaba que iba a haber sorpasso. Pensaba que incluso Pablo Iglesias tendría posibilidades de ser presidente de Gobierno, pensaba que el PSOE se iba a dividir y trocear, y pensaba que Pedro Sánchez se tendría que dedicar a cualquier cosa menos a la política y al teatro.

Nos equivocamos.

¿Qué es lo que le funcionó al PP? ¿Las entrevistas ‘humanas’ que tres días antes de las elecciones le hicieron en Antena 3 (dos días seguidos)? ¿El miedo a una coalición de extrema izquierda? ¿Venezuela? ¿Los dos millones de empleos prometidos para esta legislatura?  ¿El Brexit?

La verdad es que lo que ha habido es un trasvase de votos de Ciudadanos y del PSOE al PP. Más de 600.000 personas nuevas han votado al PP entre diciembre de 2015 y junio de 2016.

En cambio a Podemos no le funcionó gran cosa la estrategia de aliarse con Izquierda Unida. Les votaron a ambos partidos incluso menos que en 2015. Un millón menos.

No le funcionó una maquinaria electoral que, a mi juicio, era la más original y brillante. No le funcionó que Pablo Iglesias ganase los debates, según las encuestas. No le funcionó ni el efecto halo, es decir, ese aura que tiene Podemos por su juventud sin mácula, que convierte en ‘bonito’ todo lo que toca, desde el catálogo de IKEA hasta los vídeos de sillones.

La creatividad ha estado del lado de Podemos.

Pero al final, no han rascado nuevos electores sino que la alianza con IU ha perdido más de un millón de electores respecto de lo que ambos partidos sumaban en las elecciones 2015. La gente no se fiaba. ¿Socialdemócrata ahora? ¿Y por qué no demócrata cristiano? Incluso los comunistas de IU se estarían diciendo: ¿es que ahora no somos comunistas?

Pablo Iglesias ha mentido demasiado. Mentía con Venezuela, mentía con la financiación (lo cual está siendo investigado), y mentía cuando decía que era socialdemócrata.

No convenció ni a los indecisos porque ese 30% de electores, al final ha dicho: este tipo miente.

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