OPINION

Pablo Iglesias por fin ha elegido su nicho de mercado: al fondo a la izquierda

manifa autonoma
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Cuando un grupo de personas reventó la conferencia que iban a dar Felipe González y Juan Luis Cebrián en la Universidad Autónoma, muchos pensaron en la mente que podría haber detrás de este movimiento: Pablo Iglesias.

Es algo que no está probado pero como dicen los italianos, se non e vero, e ven trovato: si no es verdad, se parece. Los reventadores llevaban pancartas que reproducían la frase que pronunció Iglesias en el Congreso contra el PSOE de Felipe: "Tus manos están manchadas de cal viva". Además, Iglesias no condenó este acto violento. Quien calla...

Y es que en los últimos días la estrategia de Pablo Iglesias es bastante manifiesta: poner al partido más a la izquierda, hacerse más radical.

Ha cambiado el lema 'Sí se puede' por el de 'Luchar, crear, poder popular'.

Lo del poder popular no es nuevo en la política. Hugo Chávez viró más a la izquierda a medida que se asentaba en el poder y se hacía más castrista. Cambió el nombre de los ministerios anteponiendo a todos las palabras Ministerio del Poder Popular. El diario El País recordaba que el nuevo lema de Podemos procede de Salvador Allende, cuando dijo: "Sí, camaradas, reafirmo el grito de ustedes: luchando y creando poder popular. Sí, camaradas, luchando y creando poder popular".

La impresión que reciben los analistas políticos es que hasta ahora Pablo Iglesias ha convivido entre dos mundos: el de un socialdemócrata y un marxista tapado. Pero ahora se ha quitado la careta y se muestra como lo que siempre ha sido. ¿Cómo lo llamamos? ¿Izquierdista radical? ¿Marxista-leninista? ¿Comunista?

No lo sé. Pero todo indica que se trata de un giro a los orígenes. La radicalidad.

Si Pablo Iglesias ha dado ese giro es porque ha visto que allí hay, como dicen los expertos en marketing, un nicho de mercado. Hasta ahora pensábamos que ese nicho estaba ocupado por Izquierda Unida, que se definía como comunista sin rodeos. Ahora Pablo toma la bandera y además aplicará toda la estrategia que, supongo, se desprende de esa ideología.

Creo que sociológicamente, ese nicho solo abarcaba a un núcleo pequeño de la población, no más del 10% según las encuestas. Iñigo Errejón trataba de hacer un izquierdismo con cara amable, casi tecno-izquierdismo, para hacerlo más digerible en un país con una clase media que aún marca la pauta en las elecciones.

Pero Errejón está quedando cada día más fuera de este juego y ahora habrá que saber si hay una oportunidad para esta izquierda radical y populista. Lo habrá mientras dure el cabreo y los casos de corrupción en los partidos hasta ahora se han disputado el poder: PP y PSOE.

Pero a medida que los casos de corrupción sean juzgados, y purguen su pena, y a medida que la situación económica mejore, no veo que ese nicho de mercado sea un acierto.

Como eslogan, el poder popular suena bien, hasta esperanzador. Pero el poder no lo puede ejercer el pueblo ya que las decisiones las toman pocas personas, y esas personas determinan los objetivos del partido.

Cuando escucho lo del 'poder popular' me viene a la cabeza una frase de una obra de teatro, no sé si de Camus, cuando un personaje decía: "Todo para el pueblo... aún a costa del pueblo".

Es lo que pasó en Venezuela.

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