OPINION

Por qué tengo la sensación de que las empresas siempre pierden con 'Évole'

evole mercadona
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Siempre que veo un reportaje de Jordi Évole donde el tema central es una empresa, tengo la sensación de que la empresa va a perder la partida. Hace un tiempo le tocó a las textiles. Ahora a Mercadona.

El programa empezó de forma rara para cualquier que haya visto Salvados, pues parecía que en Mercadona todo era un paraíso. Los empleados confesaban estar felices y hasta un directivo le invitó a Évole a ver cómo se aprovechaba el género que empezaba a caducar.

De hecho, durante esos primeros minutos  mucha gente criticó el 'publireportaje' de Évole a Mercadona. Pero ya sabíamos que luego iba a llegar el reverso tenebroso. Y llegó.

Jordi Évole empezó a sacar testimonios de trabajadores descontentos: unos porque no les gusta el sistema de control de bajas de Mercadona, donde supervisan tanto a los empleados enfermos, que parece una secta. Otros porque son proveedores y al final han terminado dejando Mercadona ya que les exige reducir sus márgenes mientras Mercadona los aumenta. Y hasta agricultores que dicen estar en ruina por culpa de los precios bajos de Mercadona.

Cualquier experto en comunicación sabe que Jordi Évole construye sus programas con mucha información. Hay que estar preparado para las críticas. Y saber que en todas las empresas siempre habrá personas molestas, cabreadas o afectadas dispuestas a salir en un programa del impacto de Salvados.

Lo que más lamenté de los portavoces de Mercadona era lo mal que se defendían. Parecían robots programados para soltar consignas con un tono metálico. Metieron la pata diciendo que no sabían lo de algunas cláusulas del contrato, cuando lo que hay que decir es que sí conocen todos los contratos, y explicar por qué están redactados de esa forma.

Pero son problemas de comunicación que se pueden resolver.

¿Cuál es el verdadero problema de Mercadona?

En primer lugar, la obsesión de la empresa por disminuir el absentismo laboral. En España hay un serio problema con el absentismo pues, según parece, es de 6% de la población laboral. Con la crisis, quizá menos. El problema es cómo distinguir una persona con mala suerte que se ha puesto enferma, o ha sufrido accidentes, de otra que sencillamente se escaquea.

Dado que no se puede saber, la empresa aplica la misma táctica de vigilancia a todos y al final, por controlar a los espabilados, afecta a los honestos.

El otro problema es cómo negocia los márgenes con los proveedores. En realidad, negociar márgenes es normal en el mundo de la empresa. Para eso son empresas. El inconveniente de Mercadona es que a cambio de resolver los problemas de por vida a un productor, le rebaja los márgenes casi al mínimo. Para que lo sepan, hay un consorcio de grandes multinacionales que denuncian lo mismo que Salvados: que Mercadona les extorsiona en los precios. Entre esas empresas está Bimbo.

Después de ver el programa de Evole, uno saca la sensación de que Mercadona oprime a empleados y proveedores.

Y aquí llega el momento de valorar la parte positiva. Mercadona paga a los empleados más de la media. Un directivo lo explicaba en Salvados. De entrada, 1.100 euros netos, que se convierten en 1.400 euros en pocos años. Estamos hablando de trabajos no muy cualificados que resuelven la vida a más de 70.000 personas. Les dan un contrato estable y posibilidades de ascender, lo cual, viendo el panorama de precariedad laboral, es casi un lujo para la gente con menos recursos.

Y encima, los empleados no trabajan los domingos. ¿No se llama eso conciliación? El convenio de Mercadona, publicado en el BOE, es bastante bueno (leer aquí).

En el caso de los proveedores, una de las ventajas es que si Mercadona llega a un acuerdo con tu empresa, te dispara las ventas. Era el caso de una empresa que salió en el programa, que de 6 millones pasó a facturar 60 millones de euros.

Si programas como Salvados se fijan en Mercadona es por su impacto en todo el país. Mercadona es la mayor empresa de alimentación de España. Pensábamos que solo las cadenas francesas y alemanas podían triunfar en ese sector, pero Mercadona les ha dado vuelta y media. Por supuesto: es imposible que todos los empleados estén contentos. Y el programa de Evole siempre se pone con la parte más débil. Lo contrario sería un publireportaje.

Lo que hace atractivo del programa de Evole para la inmensa mayoría de los espectadores es que es un juego de buenos y malos. Atractivo no quiere decir que todos estén de acuerdo, sino que ven el programa porque cuenta un relato de héroes y malvados. Y en el caso de las empresas, hay un 90% de posibilidades de que en Salvados sean los malvados.

Seguro que la política de comunicación de Mercadona va a mejorar después de esto. No creo que afecte a la clientela. Pero por si alguien salió confundido después del reportaje, le animo a que se haga la siguiente pregunta: ¿qué pasaría si en este país no existiese Mercadona?

Puedes leer:

-¿Es Mercadona un infierno o un paraíso?

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