OPINION

Hace 25 años, se firmó el fin de la Unión Soviética: que no descanse en paz

firma fin urss
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Hace 25 años, un 8 de diciembre de 1991, se firmó el fin de la Unión Soviética. Fue sustituida por la Comunidad de Estados Independientes, que agrupa a Rusia, Ucrania y Bielorusia (arriba, la firma del Tratado de Belovezh). Y luego, el 25 de diciembre de aquel año, la enseña de la hoz y el martillo fue sustituida por la nueva bandera de tres colores, los colores de la Rusia zarista.

Desde la caída del Muro de Berlín en 1989, la URSS y todo su imperio de países satélites comenzó a desmoronarse: primero Alemania del Este; luego, Checoslovaquia; a continuación Rumanía, que liquidó a Ceacucescu, el dictador comunista. En 1990 pidieron la independencia las repúblicas bálticas. Le siguieron Arzerbaiyán, Ucrania, Armenia, Tayikistán y Turkmenistán.

En agosto de 1991, los militares rusos intentaron dar un golpe de estado disparando cañonazos al edificio del Parlamento de Moscú.

Perdieron.

Poco después se liquidó al PCUS. Los militares de la vieja era se suicidaban. Uno de los regímenes más tenebrosos de la historia estaba desapareciendo.

Creo que la historia ha sido muy benévola con el comunismo ruso. Asesinaron a la familia real, colectivizaron las tierras, empobrecieron a los campesinos, convirtieron a los rusos en esclavos laborales, provocaron enormes hambrunas, persiguieron hasta la muerte a los disidentes, exterminaron a millones de compatriotas en los gulags, impidieron las libertades más naturales como viajar, tener una propiedad o expresar tu pensamiento… Todo eso en los años veinte.

Las historias que publicaba la prensa centroeuropea de los rusos que habían logrado huir eran tan aterradoras como las que hoy leemos de mujeres y hombres que huyen del ISIS en Siria o en Irak.

Los comunistas eran unos exterminadores. Además, invadieron media Europa, y parte de Asia, fomentaron la penetración de guerrillas en muchos países, financiaron sublevaciones, impidieron elecciones libres, crearon una brutal censura, y al final, no fueron capaces de levantar la economía rusa. Rusia estaba económicamente hundida antes de la caída del Muro de Berlín. Desde que murió en 1991, muchos como yo desean que no descanse en paz. Enloqueció a media humanidad.

Hay un libro llamado El libro negro del comunismo (de Stéphane Courtois, Planeta) que reúne gran parte de esas barbaridades. Me parece poco. Creo que falta el gran libro sobre los crímenes cometidos por la ingeniería social soviética, una ideología que había deshumanizado todo lo que tocaba, y que convirtió al ser humano en un simple tornillo.

El año que viene se cumplirán 100 años de la llegada del comunismo a Rusia. Fue en 1917

¿Qué van a decir los miembros del PC español? ¿Y de Podemos? ¿Lo echarán de menos?

Será la hora de retratarse. A lo mejor nos encontramos con que Pablo Iglesias habla de Lenin como un ‘referente', y Alberto Garzón echa de menos la URSS diciendo que “un trozo de nuestra historia, de la historia de nuestro mundo, se ha apagado". Es lo que dijeron cuando murió Fidel Castro.

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