OPINION

El loco año de la prensa: drones, exclusivas mundiales y supervivencia

quijano
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Si en 2006 alguien le hubiera dicho a los periodistas que en diez años  solo quedaría uno de los cuatro periódicos gratuitos nacionales, que los grandes medios impresos perderían más de la mitad de sus lectores, que habría despidos en masa, que nacerían más de 500 medios digitales, que se publicarían exclusivas mundiales con la colaboración de 70 medios, y que aparecerían unos helicópteros diminutos llamados drones que darían un punto de vista sorprendente de la realidad, no se lo hubieran creído.

No sé si es la industria que más ha cambiado del mundo, pero ya no volverá a ser como antes.

Este año en especial han pasado muchas cosas que dan una idea de cómo se ha transformado la industria. Los drones, por ejemplo, ya se han convertido en la plataforma habitual para informar de desastres, guerras o manifestaciones. Son instrumentos tan poderosos, que los temen los poderosos. En Venezuela, este año el presidente Maduro prohibió que volaran los drones cuando los opositores organizaron una manifestación contra el gobierno chavista. No quería que filmaran a cientos de miles de personas gritando contra él.

También ha sido el año de dos grandes exclusivas periodísticas. La primera tuvo lugar en abril, cuando 109 medios de comunicación (periódicos de papel, digitales y canales de TV), en 76 países publicaron simultáneamente una lista de personas y organizaciones que hacían operaciones ilícitas o criminales desde sociedades ubicadas en paraísos fiscales, sobre todo Panamá. Fueron los papeles de Panamá y marcaron un hito histórico porque salieron a la luz 2,76 terabytes de información, esto es más de 11 millones de archivos y documentos. Nunca hasta entonces se habían logrado tal hazaña.

Esa información provocó la dimisión del primer ministro de Islandia y del ministro español de Fomento, por estar vinculados a sociedades que salían en los Papeles de Panamá.

Se pensaba que era difícil batir ese récord de documentos, pero en diciembre, otro consorcio de periodistas llamado European Investigative Colaborators, en colaboración con la web Football Leaks, publicaron 16 millones de documentos referentes al mundo del fútbol. Pagos irregulares en paraísos fiscales, traspasos, comisiones, compras y ventas reales de jugadores. Ha sido una de las grandes exclusivas del año, y era una información tan jugosa, que los ministerios de hacienda de los países donde aparecieron jugadores implicados, ya los están investigando.

La lección que se saca de esas exclusivas es que sin los hackers, los periodistas del siglo XXI no podremos hacer nada. De hecho, a finales de enero tuve el honor de presentar al periodista norteamericano Paul Steiger, que dio una charla sobre las exclusivas de su medio, Propublica. Steiger cree que la alianza del futuro son periodistas con hackers, o como dice él, periodistas y tecnólogos.

Las sacudidas de la tecnología han sido positivas y negativas para los periodistas. En la parte negativa, ha aumentado el paro.Un informe de la Asociación de la Prensa confirmaba que desde 2008 hasta hoy, el paro en la profesión ha aumentado un 74%. Es paradójico porque, por otra parte, han crecido los medios digitales. Más de 500 nuevos medios digitales desde 2008.

La publicidad, que es de lo que vivimos los medios, ha caído en diez años de  8.800 millones a 5.698 millones. Esa es una de las razones por las que desaparecieron tres de los cuatro gratuitos nacionales. Una magnifica historia de lo que pasó en esos años con los gratuitos (yo dirigí uno), la cuenta Arturo Gómez Quijano en su libro 'La prensa más cara del mundo' (Editorial Fragua). Cara porque se han pagado cantidades millonarias por adquirir cabeceras, y cara porque se necesitaban unos ingresos brutales para financiar solamente las compras de papel.

Un gratuito imprimía cada día cerca de 1 millón de ejemplares. Esa cifra nunca la ha alcanzado la prensa de pago en España. Y aquí lo conseguían cuatro gratuitos hasta que la crisis de la publicidad dejó solo uno: 20 minutos. Para Gómez Quijano, los gratuitos han sido el fenómeno más importante en la historia de los medios en España después de internet.

Llegaron a tener en 2008 más de 8,8 millones de lectores, algo que no podían igualar los diez primeros diarios de pago en España.

Pero la crisis también acabó con ese modelo. Hoy 20minutos, el único superviviente, imprime menos de 300.000 ejemplares al día.

Y, ¿qué pasará en 2017?

Seguirán apareciendo medios digitales. Lanzar un medio digital es barato. Y se ha demostrado que pueden ganar dinero en un plazo corto si logran captar a un público fiel. De hecho, en 2016 disminuyó el desempleo en la profesión.

Los periodistas se están reconvirtiendo de modo que ahora tienen que saber de analítica web, de redes sociales o de cómo escribir para móviles y manejar un dron.

También se ha demostrado que las buenas historias y las exclusivas siguen siendo las ventajas del buen periodismo. Este ha sido el año de dos grandes exclusivas, y el año que viene habrá más, y seguramente más voluminosas.

También ha sido un año en que los periodistas se quedaron de piedra al ver que el hombre del que más se burlaban, se convertirá en unos días en el presidente de Estados Unidos. Eso se debe al mayor enemigo del periodista, que no son los gobiernos corruptos, ni las penurias económicas: son sus prejuicios. ¿Volveremos a equivocarnos en 2017?

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