OPINION

¿Qué pasó con todas las catástrofes que nos iba a traer la ley antitabaco?

fumar
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Hace más de diez años se aprobó la ley antitabaco que prohibía fumar en algunos espacios como empresas y centros culturales. También obligaba a los restaurantes a crear un espacio de fumadores.

Esa ley se amplió en 2010 de modo que ya no se podía fumar en ningún lugar público, salvo que estuviera al aire libre.

Todos nos acordamos de las quejas que surgieron en el sector de la restaurantes y de los hoteles. Unos se quejaban de que tenían que hacer inversiones para habilitar nuevos espacios; otros, que eso obligaba a los clientes de los hoteles a salir a la calle a fumar. También hubo gente que decía que esto iba a fomentar el contrabando, y que era un atentado contra las libertades individuales.

¿Qué ha pasado? Varias cosas.

Primero, que los restaurantes y bares de este país obtuvieron más ingresos porque crearon espacios al aire libre con mesas y sillas. Allí se sientan fumadores y no fumadores, en verano y en invierno.

Muchos no se acuerdan de que las mesas en la calle eran cosa del verano. Llegaba el otoño y nadie se ponía a tomar un vino aunque hiciera un día de sol magnífico, como hacían habitantes de otros países europeos en invierno que no tienen ni sol.

Desde las leyes antitabaco, tomarse una caña en invierno en un chiringuito al aire libre y hasta con frío y lluvia invernal, es normal. Ni se hundieron los ingresos de los bares, y tampoco hubo una revolución de los clientes en los hoteles,

Lo mejor de todo es lo que nos hemos ahorrado en este país en temas sanitarios. Hay 1,5 millones de fumadores menos que en 2006. Y los que siguen fumando, fuman menos que antes. Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), cada año había 30.000 muertes por culpa del tabaco. Ahora, muchas menos, gracias a Dios.

Bueno, en realidad gracias al gobierno que aprobó esas medidas. Fueron gobiernos socialistas. En primer lugar, Elena Salgado, que fue ministra de Sanidad en 2005, y que sacó adelante esta ley. Y también Trinidad Jiménez y Leire Pajín, que fueron las responsables de la elaboración de la ley de 2010, que endurecía las medidas contra los fumadores.  Todas del gobierno de Rodríguez Zapatero, un presidente al que yo he criticado mucho en estas páginas por no haber previsto la crisis, ni haber reaccionado a tiempo ante ella.

Pero hay que reconocer que gracias a estas leyes, este país es mucho más sano.

Según el mencionado Comité, los infartos de miocardio y el asma infantil se han reducido en más de un 15%, decía una información de El Español.  Más importante: la salud de los trabajadores de hostelería ha mejorado mucho. ¿Se imaginan lo que es estar 10 horas en un bar aspirando el humo de los clientes sin ser fumador?

El mismo informe indica que ha disminuido en un 60% la exposición al humo en esos locales. Las cosas serían mucho mejores si todos los locales cumplieran la norma, pero muchos aún se resisten, sobre todo el Andalucía.

Creo que lo único que no se ha resuelto es el problema de los empleados que salen a echarse un pitillo en horario laboral. Y los que no fuman, ¿qué? ¿No tienen esos minutos?

Pero, en fin, hay reconocer lo que desde hace más de 10 años hizo un gobierno socialista por la salud de los españoles.

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