OPINION

El Mustang y el dólar son españoles, pero Donald Trump no se entera

Bandera_imperio_español
Bandera_imperio_español

En una viaje que realicé hace 20 años a EEUU, me moví de costa a costa y de norte a sur durante casi un mes. La anécdota del viaje era que por más que intentaba hablar inglés, cuando reconocían que uno hablaba español, todo el mundo trataba de hablarme en español. Incluso estuve en las afueras de Chicago con una familia que había escrito un manual para aprender español, manual que se usaba en algunas academias de la zona.

Me pidieron mi opinión e hice lo mismo que cuando a uno le invitan a una cena: "¡El pollo estaba buenísimo!". Les dije que me parecía un manual magnífico a pesar de que la gramática de aquello se parecía más al polaco que al español. Era un desastre.

Pero agradecí el interés de esos profesores norteamericanos en acercarse a la lengua que todo el mundo desea aprender en ese país. Los norteamericanos, al tener el idioma más hablado del mundo, escogen como segundo idioma el que les puede ser más útil, y ese el es español porque están en un continente donde se habla español más que nada.

Luego, hay un grupo de norteamericanos que escogen el francés porque les parece culto y fino, aunque en realidad lo hacen para ligar. Si pronuncias dos palabras de francés entre tus amigos, caen todos rendidos. Y mucha gente no sabe que hubo un tiempo en que no se sabía si el idioma nacional iba a ser el alemán en lugar del inglés debido al enorme numero de inmigrantes alemanes.

Ahora, el mayor número de inmigrantes son hispanos.

Hay en este momento más de 50 millones de hispanos en EEUU. La mayoría son bilingües. Unos hablan mejor el español que el inglés. Otros usan una mezcla que tortura al idioma, el tex-mex que escuché en Texas, y que llama 'carpeta' a la alfombra (por carpet), 'truca', a la camioneta (por truck), y cosas por el estilo. El spanglish.

Uno de los canales más vistos en EEUU es Univisión, que es para hispanohablantes. Compite en cuota de pantalla con las grandes cadenas angloparlantes de ese país, y es la plataforma de las famosas telenovelas.Univisión transmite en castellano e inglés. Uno se sus lemas es "La casa de todos".

Si nos remontamos a la historia, después de los indígenas, ese país fue habitado por españoles. La bandera española estuvo ondeando más de 300 años, de modo que tiene más tiempo que la de barra y estrellas.

El dólar es una palabra alemana que procede de thaler, el tálero, una moneda de los Habsburgo que se acuñaba en Austria. Pero resulta que ese tálero fue superado en potencia de mercado por el real de a ocho español, al cual llamaban spanisches thaler. Era la moneda más poderosa del mundo y se acuñaba en México. De hecho, cuando EEUU inicia su independencia tenía un problema financiero, y la única manera de resolverlo fue apoyarse en la moneda española porque eran tan fuerte como hace pocos años lo era el marco alemán. La deuda emitida para pagar la guerra se cambiaba contra los spanish dollars, como se ve abajo.

Muchas palabras del inglés norteamericano son claramente de origen español como el 'rodeo'. Pero otras que parecen propias de ellos no lo son, como el Mustang, que aparte de ser un modelo de Ford deportivo, es un tipo de caballo, el mustang, que procede del 'mesteño' español. El mesteño era el caballo sin dueño, que según las leyes de Castilla, pertenecían a la mesta o al concejo ganadero donde pacieran.

La famosa bandera confederada consistente en un aspa con estrellas y con los colores azul, blanco y rojo, proviene de la cruz de San Andrés, que era la cruz o el aspa de Borgoña que empleó Carlos V, y que ha sido la bandera más longeva de España. Una de las que más se parece es la bandera del estado de Florida. Pero la que más se parece es la de Alabama, estado sureño y cuna de la América más profunda y auténtica: es la misma bandera española de Carlos V. Tiene esa forma porque San Andrés murió clavado a dos maderas en forma de aspa. Uno se podría remontar a la historia y a la herencia española para narrar la influencia española. De igual modo que se puede hacer en sentido contrario, admitiendo la fuerte influencia de EEUU en España desde que es potencia mundial.

Por eso, cuando anunciaron que la Casa Blanca ya no tenía su versión en español ni me inmuté. Primero, pensé que era algo temporal. Pero si había alguna intención, me gustaría decirle algo a la gente que lleva esa web: detener las influencias culturales es como poner un dique a un maremoto. Imposible.

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