OPINION

Podemos ha creado su propio Club de la Comedia en el Congreso

pablo e iñigo
pablo e iñigo

Los fotógrafos del Congreso están felices con Podemos: unas veces vienen con bebés; en otras, dos hombres se dan piquitos en la boca; y hace poco, los cronistas gráficos pillaron "la bronca en el Congreso entre Pablo e Íñigo".

Para los reporteros, esa es una buena foto, pero en realidad es puro marketing político. ¿Quién sale en las portadas de los periódicos? ¿De qué hablan los columnistas? ¿Como abrieron los informativos? ¿Con el PP? ¿Con el PSOE?

Creo que los líderes de Podemos montan sus shows para que los medios hablemos de ellos. ¿Alguien se acuerda qué se discutía en el Congreso el día en que Pablo e Íñigo estaban de bronca? Qué más da.

Muchos dirán: para salir así discutiendo es mejor no salir. Error.

El debate forma parte del espíritu asambleario de Podemos. Me acuerdo que un eurodiputado de Podemos  –Miguel Urbán– dijo que "hasta en el debate hay  acuerdo". Yo me eché a reír, pero luego lo medité y dije: "Eso es". Estos tipos, en lugar de debatir como el Vaticano a puerta cerrada quién va a ser el próximo papa, llevan su pelea al areópago, a la plaza pública, es decir, al parlamento.

Así sus votantes les pueden ver en streaming, discutiendo o debatiendo ideas, porque la izquierda debate y discute, mientras que la derecha obedece. Además, es lo único que Podemos puede hacer en el Congreso, porque lo que se dice aprobar leyes, no las va ni a oler, debido a la pinza PP-PSOE.

¿Es que se van a limitar a que sus militantes les vean fichar y dormir en el Congreso? No, claro. ¡Pues llevemos el debate a ese púlpito, y convirtámoslo en nuestro Club de la Comedia!

Son debates de verdad. No inventados. Hay bronca y hay división. Lo último es que Carolina Bescansa no apoyará ni a Íñigo ni a Pablo, y renuncia a presentar su propia lista en la asamblea de Podemos de la próxima semana. Y otra vez ocupó las portadas de los medios.

En marketing político no hay quien les gane.

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