OPINION

El pedregoso camino de cualquier joven que quiera comprar un piso

compra vivienda
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La Fundación de las Cajas de Ahorro ha sacado un informe que cuenta la verdad sobre los jóvenes y la vivienda. No pueden comprarla. Es un sueño.

¿Están caras? Qué va: más baratas que hace 10 años. ¿Es que los tipos de interés son muy altos? Todo lo contrario: más bajos que nunca. ¿Los bancos siguen sin dar créditos? Al contrario, hace tiempo que están abriendo la mano.

Entonces, ¿cuál es el problema?

Más bien habría que decir cuáles son los problemas.

Para empezar, los bancos no te dan el 100% del dinero que necesitas. Ni siquiera el 80%. Te dan el 50%. Es la consecuencia de la crisis y de la mano floja de los años de la alegría. En 2006 te llegaban a dar el 120% de la hipoteca. Con ese 20% restante te animaban a comprarte un Porsche Cayenne. El caso era endeudarte. Ahora, la única forma que tiene un joven de completar el otro 50% es teniendo ahorros. ¿Ahorros? Con salarios tan bajos cuando empiezas tu vida laboral, los jóvenes no saben qué es eso del ahorro.

Sigamos. Los bancos te permitían antes que pagases tu crédito hipotecario en 20 años, en 30 años, incluso hubo de casos 40 años. ¿Saben cuál es la media actual? Según Funcas, 14 años. Eso repercute directamente en la cuota mensual. Menos años, más cuota. Un joven tiene que destinar el 50% de su salario para pagar las hipotecas de hoy. Eso decía un informe del Consejo de la Juventud en 2015, citado por idealista.com. Desde entonces, las cosas no han cambiado.

En tercer lugar, si no tienes un buen contrato, un banco no te da un crédito. ¿Hay muchos jóvenes con buenos contratos? No. Son contratos temporales. Y los fijos están por debajo de los mil euros.

Por último, les queda la posibilidad de alquilar un piso. Y aquí viene lo peor: en las grandes ciudades, ese alquiler es casi tan elevado como la cuota mensual de una hipoteca. Se lleva del 38 al 47% del sueldo, según el Consejo de la Juventud. O sea, no pueden ni ahorrar para comprarse un piso.

Sí, ya sabemos que la economía crece y el paro baja. Eso está muy bien. Pero los menores de 35 años no tienen ingresos buenos ni estables. Los pueden echar en cualquier momento de su trabajo y con poca indemnización. Muchos siguen en paro. Dar un crédito a un joven de esas características es un riego para un banco. No les dan ninguna garantía. No tienen capacidad de endeudamiento. Por decirlo utilizando un comentario del portal idealista.com, los jóvenes están "fuera de combate".

De modo que cuando oigamos que el mercado de la vivienda está en auge y que se revitaliza la demanda, hay que tomarlo con cuidado. Para los jóvenes es algo inalcanzable.

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