OPINION

Un dato que da escalofríos: todavía hay más de 700.000 analfabetos en España

nilos cole
nilos cole

Cuando era joven trabajé durante un tiempo en un departamento público, donde informábamos a la gente de que tenía que rellenar unos papeles. Muchas de esas personas, mayores, decían: "Joven, ¿me lo podría rellenar usted? Es que no he traído gafas".

Yo no entendía cómo era posible que fueran por la vida sin gafas. ¿Se las dejaban en casa? Hasta que un compañero me advirtió que no eran las gafas el problema. Es que no sabían leer. ¿Y cuánta gente hay así en España?

Leyendo la última encuesta del CIS, un 1% de las personas reconocen que no saben leer. Eso equivale a casi medio millón de personas, como si juntáramos a dos ciudades como A Coruña y Alicante.

Al menos es lo que la gente responde en la pregunta numero 27 de la encuesta del CIS. "¿Ha ido usted a la escuela o cursado algún tipo de estudios?". El 96,2% de los encuestados dice que sí. El 2,2% dice que no a ido a ninguna escuela pero sabe leer y escribir. Y el 1% se enmarca en "No. Es analfabeto/a".

Los datos reales son peores. El gobierno maneja cifras de entre 700.000 y 800.000 personas analfabetas en España. Un dato que da escalofríos porque no se me ocurre mayor cárcel que la del analfabetismo,  ya que esas personas están condenadas a depender de los demás como si fueran ciegas.

Para los que venimos de la generación de la educación en masa, leer y escribir es algo tan automático como aprender a andar. Pero la verdad es que leer y escribir es uno de los mayores procesos de transformación neuronal del cerebro. Y más difíciles. Nos pasamos la infancia en el cole aprendiendo a leer.

Para empezar, no estamos hechos para leer. Nuestro cerebro estaba hecho para buscar refugio y agua, y para localizar cosas que podíamos comer o que nos podían comer. Nuestra especie tiene 300.000 años de existencia pero los primeros símbolos o signos aparecieron hace 45.000 años. Y solo hace unos 5.000 años empezamos a crear los primeros signos alfabéticos.

Pero lo más sorprendente es que la alfabetización en realidad llegó con la Revolución Industrial. Hasta entonces, la mayor parte de la población no sabía leer. En 1870, más del 70% de la población española era analfabeta. La tasa se redujo al 50% en los años 20. Cada década se fue reduciendo la cifra hasta representar una mínima parte en nuestros días.

De todos los procesos elementales del niño, la lectura es el más largo y complejo. Se requieren unos 10 años para que un niño pueda leer a un ritmo de unas 150 palabras por minuto. Un adulto lee 250 palabras por minuto. En cambio logramos caminar en 12 meses, y empezamos a hablar antes de los 15 meses. En muchos países no se enseña a leer a los niños hasta que llegan a los 7 años, cuando ya el niño habla con bastante soltura.

Pero con ese simple cambio neuronal de la lectura accedemos a todo el conocimiento del mundo. Más aún con las tecnologías de hoy que nos permiten acceder a las biblioteca Cervantes desde el móvil.

Resulta por eso muy doloroso pensar en toda esa gente que nunca pudo ni siquiera abrir la puerta del conocimiento. Se quedaron en el jardín, no precisamente del Edén.

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