OPINION

Maduro sigue dando golpes a la prensa pero ya ha perdido esa batalla

Captura de pantalla 2017-02-17 a las 8.36.27
Captura de pantalla 2017-02-17 a las 8.36.27

Pocas horas después de cortar la señal a la CNN, el presidente Maduro se encontró con una sorpresa: la CNN abría un canal en YouTube. Ya tiene 236.000 seguidores, y se puede ver en directo a la CNN, mejor dicho, a la CÑÑ. Y encima el canal ha creado el hashtag #CNNEcensurado.

Zasca a Maduro.

El presidente de Venezuela bloqueó la señal de la CNN cuando este canal informó de algo que le cabreó mucho. El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, podría estar involucrado en la entrega de 173 pasaportes falsos a ciudadanos iraquíes, entre los cuales habría miembros del grupo islamista Hezbollah.

Maduro ha actuado igual que cuando El Nacional publicó los lazos del gobierno venezolano con el narcotráfico. Persiguiendo al director, que ahora no puede entrar en Venezuela.

Maduro ha hecho barbaridades para amordazar a la prensa: comprar medios (El Universal, Cadena Capriles), quitarles la señal (RadioCaracasTV, CÑÑ, TNT24...), lanzar órdenes de busca y captura contra periodistas (el director de El Nacional), limitar el papel de las bobinas (a toda la prensa venezolana), quitarles publicidad institucional...

Pero no ha podido con la verdad. Las noticias de los abusos en otras épocas no llegaba a la calle sino por ligeros rumores, pero ahora se filtran por Twitter, Facebook, WhatsApp y YouTube. Parar a la tecnología de la información es más inútil que poner un muro de corcho frente a un tsunami.

Con sus amenazas, Maduro ha convertido a la prensa mundial en su mayor enemigo. Pero esa batalla la tiene perdida. Solo se mantiene en el poder por abuso de fuerza. Ya ni sus partidarios pueden recurrir a la legalidad de las elecciones de 2013, puesto que no se ha sometido al mandato constitucional de aceptar un referéndum revocatorio a mitad de mandato, o sea, el año pasado.

Le quedan dos años más en el poder. Y mientras tanto, la situación económica, política y social del país seguirá hundiéndose en el abismo. Quien no denuncie este abuso, es parte del abuso. ¿Lo han entendido algunos partidos políticos españoles como Podemos?

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