OPINION

La popularidad de Donald Trump sube a saltos por los los ataques militares

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Cinco días a la semana, de lunes a viernes, Rasmussen Reports publica una encuesta de popularidad sobre el presidente Trump. Las encuestas las realiza Rasmussen Reports telefónicamente por la noche de forma automatizada sobre 500 personas elegidas al azar, y las publica al día siguiente, aunque con factores de corrección basados en las tendencias de los últimos tres días.

En general, Trump ha tenido alzas y caídas desde  desde que fue nombrado presidente el 20 de enero, pero la línea media de popularidad iba hacia abajo.

El punto más alto fue el 26 de enero, con un 59% a favor.  El punto más bajo fue el 3 de abril pasado, con un 42% de personas que lo aprobaban.

Sin embargo, desde entonces, la media está subiendo. Ahora está en el 48%.

¿Qué ha pasado desde entonces?

En primer lugar, a escala internacional, hemos conocido los ataques con misiles Tomahawk a un aeropuerto de Siria que está en manos del gobierno de Bashar al Assad. Ese ha sido el evento más importante. Luego, el lanzamiento de la mayor bomba no nuclear –la GBU 43– sobre posiciones del Estado Islámico en Afganistán, que al parecer ha causado 36 muertos y ha destrozado depósitos de armamento y municiones.

El 80% de los norteamericanos opina que el terrorismo islámico es una verdadera amenaza. Y el 58% piensa que EEUU está en guerra con los islamistas radicales, según Rasmussen Reports. No van muy descaminados porque desde que fue nombrado presidente, Trump ha ordenado ataques en Irak, Yemen y Libia, que han tenido menos impacto, y uno más sobre Siria, que se saldó con 18 fallecidos que eran aliados.

A lo norteamericanos les preocupan las relaciones con Rusia, y esperan que ambos países se reconcilien a pesar de tener posturas diferentes respecto de Siria. También les preocupan mucho las relaciones con China, la tensión con Corea del Norte, pero sobre todo el terrorismo del Estado Islámico.

A los analistas internacionales les sorprendieron los mismos ataques, porque Trump había prometido no gastar dinero en la defensa de países extranjeros. Son decisiones imprevisibles. Pero lo que está claro es que estamos ante el presidente de EEUU más imprevisible de la historia porque dice una cosa, y hace la contraria. Esta semana dijo a The Wall Street Journal que ls chinos no manipulan su divisa, el yuan, Pero durante su campaña presidencial dijo lo contrario.

Lo que no sorprende a los analistas es que, lo que hace a Trump más popular en su país, son las acciones bélicas. Es una tradición americana: si das duro a tus enemigos, subes en las encuestas. Ya lo decía una columnista de The Chicago Tribune hace dos meses: "Sólo una guerra podría relanzar la popularidad de Trump".

De modo que si a un presidente imprevisible, unimos unas encuestas favorables a los actos de guerra, tenemos que el planeta tierra se acerca cada vez más a un escenario insólito: nadie sabe qué esperar de la política exterior americana en los próximos meses.

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