OPINION

Algunas sorpresas sobre la expansión (y las trabas) del español en el mundo

cervantes miguel
cervantes miguel

A finales del año pasado, la Fundación Telefónica publicó un estudio sobre el español en el mundo titulado Atlas de la lengua española. Es muy estimulante, sobre todo, por el valor que da a nuestro idioma, el tercero del mundo, y porque este día 23 de abril se homenajea al español (y a la muerte de Cervantes).

Hay cosas que llaman la atención. En Estados Unidos ya se habla más español que en España. Hay más de 50 millones de castellano parlantes. En España somos 47 millones.

En el año 2050, habrá 132 millones de personas que hablarán español en EEUU. Algunos pronostican que en el futuro, dentro de cien o 200 años, el español superará al idioma inglés en ese país porque los hispanos les superarán demográficamente. Hoy, ya es la lengua extranjera más enseñada en las escuelas norteamericanas. Sin embargo, en España parece que hay un retroceso porque en algunas comunidades autónomas parecen empeñados en borrar el español. ¿No es un sinsentido?

Sigamos. El mayor país hispanohablante del mundo es México, con 120 millones de personas. Eso ya lo sabíamos. Lo que no sabíamos es que el español convive allí con 20 lenguas nativas locales, lo cual no les ha creado ningún problema lingüístico, porque nadie duda que el español es el cemento que les permite comunicarse a todos.

En cambio, el español tiene problemas en España. Por poner el último ejemplo, en estos días, la CUP, el partido anarquista catalán, debate si debe ofrecer ruedas de prensa en español o solo en catalán. O sea, hablar un idioma que les comunica con 500 millones de personas les debe parecer algo peor que hablar otro que solo les comunica con 6 millones.

Pero continuemos: en Brasil, el español es lengua cooficial, y hace años se pedían más de 20.000 profesores de español. El comercio exterior brasileño se destina a países hipanohablantes, sobre todo Argentina. Pero muchas familias españolas tiene problemas para que sus hijos aprendan español en el País Vasco y en Cataluña. A este paso, incluso hasta en Valencia.

Ahora revisemos algunos detalles preocupantes que no tienen que ver con el asedio al español en España.

La producción científica en español es muy baja comparada con el inglés, el alemán, el francés o el chino. En 2012, que es el último año estudiado por la Fundación Telefónica, se produjeron 80.000 documentos científicos en España, pero casi 600.000 en Estados Unidos. Los chinos y los indios también nos superan.

Esto demuestra que la expansión del español no va aparejada con su influencia en el ámbito científico. Si nos creemos que hay una relación muy estrecha entre el desarrollo económico y la producción científica, es hora de que nos volquemos más en investigar y publicar estudios en español.

En conclusión, las universidades y las instituciones españolas deberían ponerse a la altura de la importancia del idioma en el mundo. Y los gobiernos locales de las comunidades deberían abandonar de una vez su odio por una lengua que les guste o no, es la tercera más poderosa del mundo... y en crecimiento.

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