OPINION

El partido que provocó el brexit y todo el lío... ha desaparecido del mapa

farage miente
farage miente

Costaba encontrar en los gráficos de los medios de prensa cuántos votos había obtenido UKIP, el Partido de la Independencia del Reino Unido. Hace justamente un año, en junio de 2016, el líder de este partido, Nigel Farage, iba recorriendo su país en un traje de tweed para soliviantar a los británicos y convencerles en el referéndum que votaran por salirse de la UE porque traía inmigración, descontrol y muchos gastos. Llegó a ser la tercera fuerza del país.

Farage estaba en su derecho de opinar y de influir. Pero no de mentir. Varios medios británicos como The Guardian denunciaron que Farage estaba enviando informaciones falsas sobre el coste de la UE, las aportaciones británicas y muchas más cosas.

Estaba mintiendo, como lo muestra el cartel de la foto de arriba que dice: "Está mintiendo".

No es que estuviera exagerando. Estaba mintiendo y el propio Farage lo reconoció. A final, los británicos se tragaron las mentiras que querían escuchar y la mayoría votó por salirse de Europa.

Vale. Son los riesgos de los referéndum. Pero poco después, Farage anunció que se retiraba de la arena política.

Aquello sí que fue una provocación porque es como si alguien encendiera el mechero que prende un bidón de gasolina, el cual incendia medio pueblo, y luego tira el mechero y se va tan tranquilo.

Su partido se presentó a estas elecciones británicas  del jueves y consiguió fracasar. Obtuvo el 2% de los votos. No tendrá representación parlamentaria.

Un conocido periodista de la televisión británica llamado Andrew Neil entrevistó a Farage y le preguntó si con esos resultados el UKIP estaba "out, over, done, toast" (fuera, terminado, acabado, frito), y el gentleman dijo que los votantes "líquidos" (fluid), podrían volver al partido si se sentían traicionados por el brexit. "El proceso del brexit ha quedado dañado". Amenaza con volver.

Lo dice porque los conservadores, donde había muchos pro brexit, han perdido parlamentarios. Y los laboristas, que pretendían seguir en la UE, han subido puntos. Es como si los británicos no supieran si la idea de salir de la UE ha sido buena.

Hay algo peor. Los británicos votaron por el brexit creyendo que eso iba a rebajar la tensión de los inmigrantes. Pero resulta que los atentados que se han sucedido en los últimos meses han sido perpetrados por británicos musulmanes, que han atacado al mismo país donde crecieron.

Pero, ¿qué les pasa a los británicos?

Mientras tanto, la libra esterlina ha seguido perdiendo valor, con lo cual las pensiones de los británicos que viven en el extranjero, sobre todo en España, seguirán achicándose.

Da la impresión de que los británicos se están despeñando y no saben cómo pararlo. Como decía el título de un libro sarcástico español sobre cómo aprender inglés, "From lost, to the river". De perdidos, al río.

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